El cordobés Javier Sánchez se proclamó el pasado fin de semana campeón de la Copa de Hungría de fútbol sala con el MVCF Berettyóújfalu y logró así, a los 29 años, su primer título como profesional de este deporte, algo que ha calificado como "inolvidable" en una carrera en la que a los 18 años tuvo que superar un cáncer linfático.
Sánchez se enroló la pasada campaña en el equipo húngaro con el objetivo de lograr títulos y esta temporada logró el objetivo, por lo que ha destacado a Efe que fue "un momento muy especial" después de quedarse "con la miel en los labios el año pasado tanto en Liga como en Copa".
"El equipo tenía una espinita clavada y una presión añadida que ya ha sido liberada después de este éxito", apuntó el jugador formado en la cantera del Adecor y que tuvo en el Betis Futsal su último club en España antes de dar su salto internacional.
Este título viene a premiar su espíritu de superación desde que el cordobés vio entorpecida su carrera deportiva con el linfoma de 'Hodgkin' justo cuando alcanzaba la mayoría de edad, pero su voluntad y esfuerzo le permiten ser ejemplo de superación porque, además de no abandonar el mundo del fútbol sala, en su día concluyó sus estudios como profesor de Educación Física.
Sobre la pista, ahora puede presumir de ser campeón de la Copa de Hungría, país en el que en 2018 ya rozó sus primeros títulos al estar cerca de conquistar el de Liga, pero tuvo que conformarse con el de subcampeón.
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