El síndrome de Down por bulerías

"Teniendo una discapacidad, podemos conseguir nuestros sueños como vosotros", les ha dicho este jueves a un grupo de escolares Manolo, un cordobés con síndrome de Down, auxiliar administrativo en una empresa, pero cantaor de flamenco en eventos y fiestas que a la mínima se arranca por bulerías.

Junto con Cristina, Carmen y Raúl, son un ejemplo de que con apoyo, esfuerzo e ilusión se pueden cumplir los sueños y, con motivo del Día Mundial del Síndrome de Down, han querido trasmitir su mensaje a los niños para derribar falsos prejuicios.

El colegio público Esperanza de Madrid ha sido el escenario. Su gimnasio ha acogido el encuentro de estos cuatro jóvenes, ejemplos de superación personal, con escolares de entre 7 y 12 años que han escuchado atentamente, y entre aplausos, sus testimonios y les han bombardeado a preguntas.

¿Qué es lo más importante para vosotros?, ¿alguna vez os han dicho que no podéis hacer algo?, ¿estáis satisfechos con vuestras vidas?, ¿sois felices?, ¿tenéis bajones?, ¿os cuesta mucho la pronunciación?, ¿cómo os sentís cuando alguien os mira de una manera extraña? o ¿cuál es el acto de otras personas que más os ha molestado? son algunas de las preguntas que les han formulado los niños.

Y a todas ellas han respondido los cuatro jóvenes sin perder la sonrisa en ningún momento, ni siquiera cuando han reconocido haber sentido en alguna ocasión la mirada fija de alguien: "No nos están viendo en profundidad", ha asegurado Manolo, entusiasta del fútbol, deporte que también practica.

A este cordobés de 35 años le gustaría trabajar de lunes a viernes, "vamos, toda la semana", para poder alquilar un piso en Córdoba y vivir de forma independiente.

A su paisano Raúl también le encantaría independizarse y compartir piso con sus amigos. "Y escribir mi biografía", ha asegurado este joven de 36 años que trabaja en una empresa como técnico auxiliar de mantenimiento de cafeteras, pero que es campeón de natación y modelo ocasional.

"He conseguido mi sueño", les ha dicho Raúl a los niños durante el coloquio, en el que "sueño" ha sido una de las palabras más pronunciadas.

Carmen es la primera estudiante de erasmus de España con esta discapacidad. "He sido la primera en lanzarme. Hice las prácticas en Portugal, en un pueblo muy bonito, y la experiencia ha sido inolvidable".

¿Lo más duro? "El idioma, me costó un poquito, sobre todo cuando tenía que hablar", señala esta técnico en Farmacia y Parafarmacia de 23 años que recientemente ha realizado un curso de ocio y tiempo libre "para trabajar en un futuro con niños de vuestra edad".

Aunque lo que de verdad le apasiona es el baile. Lo ha demostrado acompañando a Manolo en las veces que éste se ha arrancado por bulerías respondiendo a las reiteradas peticiones de los niños. "Otra, otra, otra", pedían los niños.

Artista es también Cristina Isabel Domínguez Martín, que se presenta con su nombre completo, pero seguidamente dice que también se llama Carmen, su personaje en la mítica serie de televisión "Farmacia de guardia".

"Hago teatro, pero también soy escritora, escribo relatos, novela, poesía. Vamos que hago de todo", aunque lo que más le gusta "sin ninguna duda" es ser actriz.

Cristina ha pedido que "se acepte a todos por igual", para que "todo el mundo sea capaz de llegar lejos, tenga síndrome de Down o no", ya que "todos somos iguales, somos parte del mundo y nos equivocamos como los demás".

Además, ha querido advertir a los niños contra el acoso: "Quiero que sepáis todos que el 'bullying' no está bien, puede ser perjudicial y puede tener serias consecuencias".

En nombre del colegio, Diego les ha dado las gracias "por darnos la oportunidad de tener la suerte de teneros", parafraseando el lema de la campaña de Down España, que ha organizado el acto.

Una nueva copla de Manolo, acompañado por el baile de Carmen, ha puesto el punto final a un encuentro que ha emocionado a los niños, porque, como ha resaltado Lavia, de 8 años, "han conseguido hacer todos sus sueños".