El Parlamento y el Senado argelinos se reunirán este martes para ratificar la renuncia forzada del presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, y poner en marcha de forma definitiva la transición.
La decisión fue consensuada el sábado por los presidentes del Parlamento, Moad Bouchareb, y del Senado, Abdelkader Bensalah, el hombre que asumirá de forma interina la jefatura del Estado.
La sesión se celebrará a las 09.00 hora local (08:00 GMT) pese a que el viernes cientos de miles de argelinos volvieron a salir a las calles de todo el país para exigir la caída del régimen al completo, incluidos el nuevo primer ministro, Nouredin Bedaui, y el jefe del Ejército, el general Ahmed Gaïd Salah.
Asimismo exigieron la salida del propio presidente del Senado y del responsable del Consejo Constitucional, Tayeb Belaiz, a los que consideran parte del círculo de poder mafioso que durante años ha parasitado y manejado al mandatario.
Los congregados reclamaron "una verdadera transición" dirigida por hombres íntegros y propusieron los nombres del exministro de Comunicación y antiguo embajador en España Abdelaziz Rehabi, el ex primer ministro Ahmed Benbitour y el activista de derechos humanos Mustafa Buchachi, uno de los líderes de la movilización.
Político de la vieja guardia, Bensalah preside el Senado desde hace 17 años y es una figura muy controvertida, ya que siempre se ha mostrado como un fiel vasallo de Bouteflika, hasta el punto de defender hasta el final la candidatura del mandatario a un quinto mandato consecutivo, pese a su grave enfermedad.
"Será simplemente un cambio en el sistema y no del sistema. Eso no es lo que el pueblo exige al manifestarse desde el pasado 22 de febrero contra la prolongación del reino de Bouteflika", opinó hoy en su editorial el periódico francófono "Liberté".
Durante la sesión de mañana, Bensalah procederá a leer de un informe preparado por la comisión parlamentaria mixta sobre la notificación del Consejo Constitucional relativa a la vacante de la presidencia.
Después, ambas cámaras votaran y, si no se produce una sorpresa, Bensalah será designado jefe de Estado interino con un mandato de tres meses, al cabo del cual debe convocar nuevas elecciones presidenciales a las que él mismo no podrá optar.
Se espera que los tres principales partidos de la oposición, el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), el Partido de los Trabajadores (PT), dirigido por Louisa Hanoun, y el islamista Movimiento Social por la Paz (MSP), han anunciado que boicotearán la sesión, que consideran una suerte de golpe de Estado encubierto.
Una postura similar a la expresada por la alianza Bina, Adala, Nahda, contraria a la designación de Bensalah.
La posición de estos partidos no afectará al resultado final de la votación, ya que el Frente de Liberación Nacional (FLN), que gobierna en el país desde la independencia de Francia en 1962, y la Reagrupación Nacional Democrática (RND), su socio en el poder, cuantan con la mayoría suficiente.
Ante este nuevo episodio, tanto el Gobierno interino como el movimiento social de protesta se ven ante un momento crítico en el que tendrán que hacer frente a sus ambiciones y a su debilidades en una situación crucial de la historia.
Los segundos, para mantener viva la llama de la protestas y cargarla de un significado pleno, sostenerla en el tiempo y prolongarla con la fuerza suficiente como para hacer descarrilar al régimen.
Y este, para confrontar y desinflar la protesta sin caer en la trampa de la represión y la violencia, que podría llevar al país a un nuevo conflicto veinte años después de la sangrienta guerra civil.
En este ambiente, la Justicia ordenó hoy la puesta en libertad del abogado y militante argelino de derechos humanos Salah Dabouz, arrestado días atrás por orden de un juez de instrucción de la ciudad de Ghardaia, a unos 500 kilómetros al sur de Argel.
"La orden de detención es una afrenta más a los derechos de la defensa y a la presunción de inocencia, desproporcionada en relación con los hechos imputados", había denunciado pocas horas después de su arresto la Liga argelina de defensa de los derechos humanos.
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