Efectivos de la brigada tunecina de lucha contra el terrorismo arrestaron a un supuesto yihadista en Sidi Hassine Sijoumi, en el oeste de la capital, que se disponía a perpetrar una operación terrorista en el país, según un comunicado de prensa del Ministerio de Interior.
La misma fuente explicó que el detenido había entrado en contacto con elementos terroristas en zonas de conflicto a través de las redes sociales y accedió a información sobre cómo fabricar explosivos caseros que llegó a poner en práctica.
Asimismo informó que el juez de instrucción del tribunal especializado en lucha antiterrorista emitió una orden de ingreso en prisión mientras se lleva a cabo la investigación.
Las zonas agrestes de la frontera con Argelia, especialmente las que atraviesan las regiones de Kef y Kasserine, son refugio y punto de encuentro de yihadistas procedentes del norte de África y del Sahel desde que en 2011 triunfara la revolución que acabó con la dictadura de Zinedin el Abidin Ben Alí.
Desde entonces, se han repetido los enfrentamientos entre el Ejército argelino y los fanáticos, y Túnez ha sido testigos de tres graves atentados yihadistas, que en 2015 segaron la vida de 72 personas, 60 de ellas turistas extranjeros.
Según el laboratorio de Inteligencia especializado en salafismo radical "The Soufian Group", Túnez es el cuarto país del mundo en número de ciudadanos que se han incorporado al grupo yihadista Estado Islámico (EI), detrás de Rusia, Arabia Saudí y Jordania.
Se calcula que cerca de 3.000 ciudadanos tunecinos se habrían sumado a las filas lideradas por Abu Bakr al Bagdadi y cientos más a grupos fanáticos violentos internacionales como AQMI, muchos de los cuales habrían regresado al país en los últimos años.
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