Alburquerque (Badajoz), 18 abr Los baluartes de la cara norte del Castillo de Luna se convertirán a partir del mediodía de este Viernes Santo, y por vigésimo año consecutivo, en la ciudad de Jerusalén de la época de Jesucristo y Pilatos, con la representación de la Pasión Viviente.
Un entorno privilegiado donde se preparan, por parte de la asociación Apavial, en colaboración con la parroquia de San Mateo Apostol, varios escenarios naturales al aire libre, donde se representan distintas escenas a cargo de unos 150 vecinos de la localidad que dan vida a los personajes que rodearon a Jesús de Nazaret en los últimos momentos de su vida.
El fervor religioso, la dramatización de unos hechos históricos bien conocidos por el público, unido al buen tiempo que se espera a la hora de la representación y al lugar privilegiado, auguran el éxito un año más.
"Estos escenarios que consiguen dar una verosimilitud impresionante a los momentos centrales en la vida de Jesús, los últimos momentos de la vida de un hombre que marcó la historia hace más de 2.000 años, la entrada en Jerusalén, la oración en el huerto de los olivos o la crucifixión son imágenes que los espectadores, muchos de ellos venidos hasta Alburquerque expresamente a ver la Pasión, grabarán en sus retinas y no podrán olvidar", ha señalado Manuel Martín, presidente de Apavial.
Ha apuntado que estarán pendientes de la meteorología, porque el tiempo está siendo un factor clave en esta Semana Santa, ya que se han visto afectadas varias cofradías, que no han podido procesionar por las calles de Alburquerque.
Al menos la procesión del Cristo del Amparo sí se pudo hacer el Martes Santo por las sinuosas y empinadas calles del barrio gótico-judío, Villa Adentro, en una procesión cargada de motivos medievales.
1010080
-
No se ha podido acceder al contenido, vuelve a intentarlo más tarde.