La UD San Fernando se une en esta pasada jornada al Unión Puerto acumulando 150 partidos seguidos en el grupo canario de Tercera División, al que llega después de obtener el campeonato en la Categoría Preferente de Las Palmas, en la temporada 2014-15.
Un subcampeonato y un tercer puesto, en la segunda y tercera campaña en la élite del fútbol regional, le llevan a quedarse a las puertas del ascenso a la división de bronce del fútbol español.
El domingo 23 de agosto de 2015 disputaba el primer partido en categoría nacional el cuadro de Maspalomas, y lo hacía además frente a otro debutante, la UD Cruz Santa, ante quién se imponía en el Municipal La suerte por un solitario tanto, obra de Héctor “Tato” en propia puerta, pero una reclamación del conjunto grancanario, por alineación indebida del local Óscar Luis Hernández, cambiaba el resultado (0-3).
En ese partido, bajo la dirección de Suso Hernández a los mandos de la responsabilidad técnica, el conjunto de San Bartolomé de Tirajana formaba de la siguiente manera: Pablo, Edu, Joshua, Eslava, Osuna, Amado, Pepollo, Karim, Yeray (Jonathan Quintero, min. 77), Claudio (Medina, min. 85) y Antonio (Jordi, min. 57).
Esa primera campaña el equipo finalizaba quinto, anotando cuarenta y un tantos, con diecisiete victorias. Jonathan Quintero con doce dianas, fue su máximo realizador, mientras que Pablo Varela, su portero, el jugador que más minutos participó, con la totalidad de sus treinta y seis encuentros.
Suso Hernández comenzaba la temporada, pero dimitía por sorpresa, alegando imposición de criterios en la toma de decisiones deportivas, y era sustituido por Maxi Barrera el 26 de enero de 2016.
La segunda temporada, 2016-17, también fue complicada para el equipo, comenzaba la misma con Julio Suárez en el banquillo, pero duraría sólo 10 jornadas.
Problemas en el vestuario, jugadores apartados del equipo por el técnico, otros en igual circunstancia por el club, hicieron insostenible la convivencia, optando la directiva, presidida por Serafín Herrera, por el cese del técnico capitalino y todo su grupo de ayudantes, que sería sustituido por el sureño Tino Déniz, el entrenador del ascenso a Tercera.
El rumbo se endereza, y el equipo logra la segunda plaza al finalizar la temporada, superando en un punto a Villa de Santa Brígida e Ibarra, pero siendo imposible llevar el ritmo que impuso en la competición, Las Palmas Atlético, que ese año logró el título, batiendo tres récord inéditos en el Grupo Canario ( puntos, goles y victorias ), y ascendiendo a Segunda B, algo que también intentó el conjunto de Maspalomas.
En esa fase de ascenso eliminan en la primera fase al Tiulla, y se van a la segunda frente al histórico Écija Balompié, perdiendo el primer partido en el Estadio de San Pablo ( 2-0 ), y pese a remontar y vencer en Maspalomas ( 3-1 ), el valor doble de los goles daba el billete a la última ronda por el ascenso al equipo andaluz.
La siguiente campaña, 2017-18, el equipo seguía preparado Tino Déniz, y compitió al máximo nivel con el firme propósito de obtener el campeonato y dar el santo de categoría. Esta vez el entorchado fue para el primer filial del Tenerife, y el segundo clasificado el Mensajero, quedando la tercera plaza para el San Fernando.
Aday López, delantero de los sureños, se hizo con el pichichi de la categoría, totalizando 29 tantos, dos más que el jugador palmero Yeray Pérez, “El Arrugado”.
Buena campaña y mucho optimismo para la fase de ascenso, que le lleva en la primera eliminatoria a tierras asturianas, donde le espera el histórico Marino de Luango, entrenado por el ex jugador del Real Oviedo, Oli Álvarez, superándolo y pasando a la segunda fase, que le depara el subcampeón del grupo aragonés, la Sociedad Deportiva Borja, al que también se elimina (1-0 en Gran Canaria y, 0-0 en la provincia zaragozana).
El San Fernando se metía en la última fase del ascenso a la división de bronce, un hito para el equipo. La Sociedad Cultural y Deportiva de Durando era el último escollo para logar “el bronce”. En Maspalomas, el conjunto grancanario perdía por la mínima ( 0-1 ), y se marchaba a Vizcaya con un resultado desfavorable. Viajan queriendo ser protagonistas y aguar la fiesta a los duranguenses, pero finalmente no fue así, y volvían a perder en el Estadio Tabira ( 2-0 ).
Ya en la campaña actual, 2018-19, el equipo no termina de arrancar, dando la impresión de no haber asimilado su eliminación. Parecían seguir conectados aún al mes de junio, y eso lo fue poniendo en un trance institucional y clasificatorio.
Tres derrotas en las tres primeras jornadas, encendían las alarmas de un equipo configurado para luchar por el título, para intentar el ascenso a la superior categoría, y el trance normal del campeonato se iba convirtiendo en un agobio clasificatorio.
En puestos de descenso antes de finalizar la primera vuelta, hacía que el club tomara la decisión de cesar en sus funciones al Tino Déniz y su grupo de ayudantes, y se apostara por Mingo Oramas, que tras la interinidad de una jornada de Santi Hidalgo, logra enderezar el rumbo del equipo, y meterlo en la zona tranquila de la tabla, sin agobios en puntos para lo que falta de campeonato.
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