Kasim-Yomart Tokáyev, que ejerce la jefatura del Estado kazajo tras la dimisión el pasado marzo del presidente Nursultán Nazarbáyev será candidato a las elecciones presidenciales del 9 de junio, tras recibir el respaldo del partido gubernamental Nur Otan en un congreso extraordinario.
"Iré a las elecciones para continuar el curso estratégico marcado por el presidente Nazarbáyev y garantizar la continuidad de su política", anunció Tokáyev, quien recibió, como era de esperar, el apoyo unánime de los 623 delegados del congreso.
El actual mandatario, de 65 años, agradeció a Nazarbáyev por presentar su candidatura, y juró "hacer lo posible" para no defraudar su confianza.
Nazarbáyev, líder de Nur Otan, llamó a sus conciudadanos a apoyar a Tokáyev en los comicios del 9 de junio, porque "a día de hoy es el candidato más digno para ocupar el cargo más alto en el país", que ocupa el puesto 144 en el Índice de Democracia de The Economist, en el que figura como régimen autoritario.
"Fue mi fiel aliado durante todos esos años y apoyó todas las iniciativas y emprendimientos. Confío en él", sostuvo el exmandatario.
El primer presidente de Kazajistán, que llevaba casi 30 años al frente de la segunda economía del espacio postsoviético, anunció su decisión de retirarse el 19 de marzo, abriendo un periodo de transición en el país bañado por el mar Caspio.
Tokáyev, en su condición de presidente del Senado, asumió la jefatura del Estado y convocó elecciones presidenciales anticipadas para el 9 de junio con el fin de "garantizar la concordia política" y "despejar toda incertidumbre".
Aún está por ver si habrá candidatos de la oposición, pero, como dijo recientemente a Efe el analista político Dossym Satpaev, director de Risk Assessment Group, "el anuncio de las elecciones y la posibilidad de elegir honestamente son dos cosas diferentes en Kazajistán".
"El guión de estas elecciones, la composición de los participantes, las masas y el solista principal, probablemente ya estén definidos. El campo opositor ha sido barrido", indicó.
Además, apuntó que el futuro presidente "no solo será el sucesor de las autoridades, sino también de los problemas que se han acumulado y de los cuales muchos no se han resuelto", sostuvo.
El analista apuntó a las protestas de madres de familia numerosa para reclamar una mejora de sus condiciones de vida tras la muerte de cinco niños en el incendio de una casa de la capital mientras sus padres trabajaban, a las manifestaciones en una localidad productora de petróleo y a una política interna de migración "desordenada".
Satpaev recordó además que "No ha habido un traspaso real del poder, que continúa en manos del expresidente Nursultán Nazarbáyev, que es el jefe del Consejo de Seguridad y fue nombrado 'líder de la nación'", un cargo vitalicio, apuntó.
Para este experto, solo será posible hablar de cambios en Kazajistán cuando Nazarbáyev decida abandonar de forma definitiva el panorama político del país, aunque incluso entonces el poder "posiblemente, se concentrará en manos del círculo más cercano" del exmandatario.
Otra opinión tiene Rashim Oshakbaev, director del Centro Talap, quien insistió en declaraciones a Efe que ahora para Kazajistán "lo más importante es la estabilidad".
"La oposición puede lamentar que las elecciones se celebren sin sus candidatos, pero la verdad es que en todos estos años no ha hecho nada (...) para presentar (a los comicios) un rostro conocido por el pueblo", consideró.
"No hay tiempo para vaivenes, hay que fijar objetivos y avanzar", dijo a su vez a Efe el profesor Kazbek Kazkenov.
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