La congregación de las Hermanitas de los Pobres ha inaugurado este sábado su nueva residencia de ancianos de Vic (Barcelona), tras unas obras de remodelación que han durado casi tres años y han supuesto una inversión de unos ocho millones de euros.
El obispo de Vic, Romà Casanovas, y la alcaldesa de la ciudad, Anna Erra, han presidido este mediodía los actos de inauguración de la nueva residencia, que cuenta con 75 habitaciones y varios comedores en unas instalaciones que se pueden visitar en las jornadas de puertas abiertas de hoy y mañana, entre las cuatro y las siete de la tarde.
La madre Montserrat (L’Albí, Lleida), con más de 50 años en la congregación y al frente de la comunidad en la Catalunya Central formada por una docena de monjas, ha invitado a todo el mundo a visitar la residencia de Vic y participar de la felicidad de las Hermanitas de los Pobres.
“Es en los ancianos pobres que acogemos donde está Jesús. Ven y verás. También tú puedes abrir el corazón a Dios”, ha dicho la Hermanita de los Pobres, una congregación fundada en 1839 por la sirviente bretona Santa Joana Jugan y que hoy está presente en 31 países.
Fue el obispo Josep Morgades quien trajo la obra de la santa francesa a Vic el 3 de diciembre de 1888, mientras que el obispo Josep Torres i Bages patrocinó en 1900 la construcción de la residencia que ha sido ahora remodelada tras ser inaugurada en 1902.
Las Hermanitas de los Pobres cuentan con cinco residencias en Catalunya: dos en Barcelona, una en Reus, una en Girona y la de Vic.
En estas residencias acostumbran a retirarse algunos de los obispos cuando se jubilan: Josep Maria Guix escogió la de Vic y Jaume Camprodón la de Girona.
"Los dos obispos quisieron pasar los últimos años de su vida al lado de ancianos olvidados y sin recursos. Quiero que me traten como a uno más, decía las hermanitas el prelado vicense", han recordado las monjas de la congregación.
-
No se ha podido acceder al contenido, vuelve a intentarlo más tarde.