Los líderes de la Unión Europea (UE) están llamados a esbozar en su cumbre informal de Sibiu (Rumanía) su estrategia para los próximos cinco años con el foco puesto en promover sus valores, desarrollar su economía y proteger a sus ciudadanos en un nuevo entorno global.
Así se desprende del borrador de la agenda para el próximo lustro que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha enviado este martes a los jefes de Estado y de Gobierno en su tradicional carta de invitación a la reunión, que se celebrará el 9 de mayo.
"Propondré que adoptemos la Declaración de Sibiu, enviando un mensaje de unidad y confianza en nuestras acciones conjuntas", escribió Tusk, quien recordó que tras la cumbre se formulará la Agenda Estratégica de la UE para 2019-2024 con vistas a adoptarla en el Consejo Europeo de junio.
La cumbre informal en Sibiu, que coincide con la celebración del de Europa, estaba destinada a ser una reflexión sobre el rumbo a tomar tras la salida del Reino Unido del bloque, que estaba prevista para el 29 de marzo pero, tras dos extensiones de la negociación, se ha pospuesto al próximo 31 de octubre.
No obstante, los líderes mantienen el objetivo de debatir sobre el futuro del club en vísperas de unas elecciones europeas en las que se vaticina un auge de los partidos populistas y euroescépticos y en un contexto geopolítico y económico cambiante.
La discusión, según la amplia agenda planteada por Tusk, girará en torno a cuatro bloques: la protección de los ciudadanos y sus libertades, el desarrollo de la base económica europea para tener un "modelo europeo" de cara al futuro, la construcción de un futuro "más verde, justo e inclusivo" y la promoción de los intereses y valores europeos en el mundo.
"En un mundo más incierto, tenemos que ser más firmes y efectivos en la defensa de nuestros intereses mientras defendemos un orden multilateral basado en reglas", indica el documento en este último bloque, donde se insta a los líderes a debatir sobre cómo impulsar la inversión en defensa, liderar la lucha contra el cambio climático o perseguir una política de comercio equilibrada, entre otras cuestiones.
Los jefes de Estado y de Gobierno también están llamados a abordar la adaptación de la economía europea ante los "actuales y emergentes retos globales, tecnológicos, de seguridad y sostenibilidad".
Este capítulo económico engloba desde el desarrollo de una estrategia industrial hasta el refuerzo de la eurozona, pasando por potenciar la inversión, "abrazar" la transición digital o garantizar una competencia justa.
En la agenda está también el debate en materia de seguridad y lucha contra el terrorismo, la gestión de la inmigración o la lucha contra la desinformación.
La necesidad de garantizar la transición ecológica, asegurar el suministro de energía asequible o preservar el clima figuran también entre las prioridades.
-
No se ha podido acceder al contenido, vuelve a intentarlo más tarde.