Sobre un nuevo pulso eruptivo en el volcán Sangay del sureste de Ecuador advirtió hoy el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, que recomendó a los turistas evitar ascensos a su montaña, de 5.230 metros de altitud.
El Sangay se encuentra en la provincia amazónica de Morona Santiago, en la llamada Cordillera Real, un ramal de los Andes ecuatorianos.
La actividad de este viernes en el volcán fue detectada a través de datos de las redes de vigilancia por satélite y por la presencia de dos señales sismoacústicas que podrían corresponder a actividad explosiva, precisó el IG en un informe especial.
"Esta actividad podría ser el inicio de una nueva fase eruptiva, como ocurrió a partir de marzo de 2018", agregó el Instituto.
Asimismo insistió en su recomendación a los turistas de "no ascender por ningún motivo al cráter o flancos en la zona alta del volcán".
Imágenes de satélite muestran una columna de emisión de ceniza y gases volcánicos del Sangay que, por efecto del viento, tiene dirección al oeste del macizo y que podría depositarse en zonas aledañas de la montaña.
Un episodio similar ocurrió el pasado 26 de marzo, cuando el IG advirtió de una actividad explosiva menor que no prosperó.
La última fase eruptiva del coloso tuvo una duración de 4 meses, entre el 8 de agosto y el 7 de diciembre del año pasado y se caracterizó por la emisión de columnas de ceniza de hasta 2,5 kilómetros sobre el nivel del cráter, que incluso provocó una pequeña caída de ese material en la ciudad portuaria de Guayaquil el 18 de septiembre.
Además, en ese pulso se observaron flujos de lava y de piroclastos (rocas candentes) que descendieron por los flancos del volcán, sin causar efectos graves al estar situado en una zona despoblada.
El Sangay forma parte del medio centenar de volcanes que se levantan en Ecuador y junto al Reventador, así como a otros en las Islas Galápagos, se encuentra entre los más activos del país.
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