Pensionistas de Amona, Nafarroako Pemtsionistak Martxan y Sasoia han vuelto este sábado a las calles de Pamplona para reclamar en vísperas de las elecciones unas "pensiones públicas dignas!.
Varios cientos de personas han defendido una pensión mínima de 1.080 euros y la revalorización en el IPC garantizada por ley, ya que según Benito Uterga, como portavoz del colectivo, sienten "incertidumbre" cuando el presidente Pedro Sánchez "se ha comprometido en Bruselas a seguir aplicando en 2025 el 0,25" de subida.
"Esto sería una pérdida progresiva y muy rápida del poder adquisitivo de las pensiones", ha dicho a lo que ha sumado que "las reformas laborales hace que las pensiones iniciales pierdan también poder adquisitivo" en torno a un 10 por ciento.
Y ha añadido que exigen al Gobierno de Navarra, "que tiene capacidad recaudatoria y redistributiva", que "garantice" esa pensión mínima.
En esta misma línea, el comunicado final leído en la Plaza del Castillo tras la manifestación asegura que a los pensionistas les sobran argumentos "para no poder vivir una jubilación tranquila dada la inseguridad e insuficiencia de las pensiones públicas".
Por eso, dicen, "hemos de crecer y de buscar complicidades con los trabajadores y con los jóvenes, con las mujeres y con toda Europa para dar una respuesta global".
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