El 23 % de los municipios de Portugal cuenta con más personas jubiladas que trabajadores en activo dados de alta en la Seguridad Social, la mayoría de ellos localizados en el interior del país.
Según datos del Instituto de la Seguridad Social divulgados este martes por el luso Jornal de Notícias, que excluyen los archipiélagos de Madeira y Azores y sólo reflejan el sector privado, a nivel nacional los jubilados representan más de la mitad del número de trabajadores: por cada mil empleados, existen 564 pensionistas.
Las regiones con mayor proporción de jubilados son Trás-os-Montes (norte), Beira Interior y Alentejo (centro y sur), de las más desfavorecidas del país.
Del lado contrario estarían distritos del litoral como Faro, Lisboa, Leiria, Aveiro, Oporto y Braga, así como Vila Real y Viseu, todos ellos con más trabajadores que pensionistas.
En las dos principales urbes del país, Lisboa y Oporto, hay 558 y 700 pensionistas por cada mil trabajadores, respectivamente.
El envejecimiento de la población es uno de los principales desafíos demográficos de Portugal, que actualmente es el quinto país más envejecido del mundo, según el último informe de la consultora Euromonitor Internacional.
La baja natalidad, con cerca de 1,3 hijos por mujer en edad fértil, y el aumento de la esperanza de vida, que ya supera los 80 años, son las principales causas del envejecimiento de la población portuguesa.
Además, las regiones del interior del país, tradicionalmente más desfavorecidas que el litoral, sufren una severa despoblación.
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