El Grupo Municipal Ciudadanos (Cs) de Cáceres ha instado a la Junta de Extremadura a iniciar urgentemente la puesta en marcha de la segunda fase del Hospital Universitario de Cáceres para "reducir el periodo de transitoriedad en el que se encuentra el complejo hospitalario”.
Dicha petición ha sido elevada a través de una moción, la primera del grupo en la presente legislatura.
El primer pleno ordinario de la legislatura solo contará con mociones de Cs, que también ha registrado otra para pedir al pleno que condene las “agresiones sufridas por los representantes de la formación naranja en la Marcha del Orgullo en Madrid”.
Según recoge la primera moción, el nuevo hospital se planteó para “incorporar la totalidad de los servicios dispersos” en los dos centros hospitalarios de Cáceres y para “ampliar la cartera de servicios acorde a los actuales procesos y técnicas médicas”.
Actualmente, coexisten tres hospitales en activo, si bien está previsto el cierre del centro Nuestra Señora de la Montaña en septiembre, “sin que ninguno tenga todas las dotaciones y especialidades necesarias para la correcta atención al usuario; lo que sigue generando situaciones de falta de calidad en la atención al paciente y descoordinación”.
En la moción se recuerda que el Plan Funcional de la II Fase data de 2011 “y se tiene que adaptar a las modificaciones necesarias, ya en los presupuestos de la Junta de este ejercicio se ha previsto una pequeña partida para su actualización”.
En el texto también se apunta a “otro problema sin resolver”, que es la recalificación de los terrenos anexos, propiedad de Diputación, “necesarios para poder construir la segunda fase”. Toda vez realizado el nuevo Plan Funcional, “hay que sacar a concurso el proyecto y el presupuesto de esa fase, que se estima en 70 millones de euros la construcción y 40 millones el equipamiento”.
De la segunda moción registrada se desprende que “algunas entidades LGTBI han decidido excluir a Cs de la participación en los actos del Orgullo, y estos comportamientos alcanzaron cotas intolerables en la manifestación en Madrid”.
En este contexto, se asegura que “los organizadores excluyeron explícitamente a Cs; exclusión injustificada y más intolerable cuando públicamente hemos luchado por la defensa de la igualdad social de las personas LGTBI y mantenido una presencia continuada en este tipo de actos reivindicativos”.
“Los representantes de Cs tuvieron que sufrir, además, las agresiones de radicales violentos y ser escoltados por la Policía para garantizar su seguridad”, se apunta en el texto, donde también se critican las “inadmisibles palabras” del Ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, “que alimentaron el odio y dieron pábulo a la violencia que tuvo lugar después”.
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