El saxofonista Kamasi Washington, que este domingo protagoniza uno de los conciertos más esperados de La Mar de Músicas, agradece que se le sitúe en lo más alto del escalafón del jazz, pero ha minimizado su impacto. "Yo solo puedo ser el guardián de mi música y seguir haciendo lo que me gusta", ha apostillado.
"No creo que yo esté en ese pedestal, soy solo uno más, uno de los herederos de esta cultura musical" ha apostillado Washington, quien ha apuntado que, con "miles de músicos" y "millones de temas", no puede haber "una sola persona que pueda erigirse como número uno de todo el jazz".
Tras considerar un "cumplido" que se le compare con John Coltrane, el saxofonista ha aclarado que no tiene "mucho sentido en un sentido competitivo" la comparación con él, aunque sea uno de los músicos que más le ha aportado.
"Es mi debilidad, pero siento mi música como una expresión personal y distinta a la suya, por lo que, si consigo seguir haciendo música de verdad y desde el corazón, no necesito ser el sucesor suyo ni de nadie", ha agregado antes de remarcar: "Aspiro a eso, no a suceder a nadie".
Washington ha destacado que su actuación en un festival como La Mar de Músicas, con una programación ecléctica y fuera del circuito de grandes ciudades, le permite llegar a públicos "que jamás soñé con conocer" cuando empezó a tocar el saxofón en Los Ángeles a los 13 años.
En este sentido, ha recordado sus comienzos en la música, cuando se enamoró de una cinta de Art Blackey y el trompetista Lee Morgan con 11 años y le dijo a su padre que quería ser saxofonista cuando tenía 13 años, aunque ha resaltado que el disco que realmente le "cambió la vida" en esa época fue "Transition", de Coltrane.
Tras apuntar que "alimenta" su música cuando vuelve a su barrio angelino, entre South Central e Inglewood, por lo que ha evitado asentarse en Nueva York, con una gran tradición jazzística, porque siempre intenta volver a Los Ángeles con su banda, con la que lleva tocando desde que era un crío.
Washington cree que la música le ha salvado de meterse en "líos" en su barrio porque la gente "conflictiva" le dejó desarrollar su talento sin arrastrarle por el "mal camino". "Desarrollar cualquier tipo de talento es la salvación para casi todos los que somos de barrio", ha enfatizado.
Tras pedir que "nada cambie" en su forma de tocar, producir y componer con "total libertad", ha desvelado que su espectro musical está saliendo del jazz, y abarca "casi todo, incluso la electrónica", poniendo como ejemplo que en varios festivales es el único jazzista en el cartel.
Por ello, ha concluido que está abierto a otras músicas pero ha sentenciado que el jazz es su "vida", lo que le ha hecho "conectar con el mundo" y le ha "fortalecido como persona". "Por ahora, seguiré siéndole fiel", ha concluido.
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