Ser la gentica? La familia? La escuela? La envidia fraterna? Una mera casualidad? Lo cierto es que nadie acierta a explicar el motivo por el que en el balonmano en general, y en el panamericano en particular, haya tantos hermanos que juegan en la alta competencia.
En la ltima jornada de grupos de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 que se disput en la cancha de la Videna hubo no menos de cuatro parejas de hermanos y un tro jugando para sus respectivas selecciones nacionales, una proporcin "rara" segn sus protagonistas si se refiere al deporte en general, pero "ciertamente bastante comn" si se aplica al balonmano.
Hablamos de los tres hermanos Simonet (Sebastin, Diego, Pablo) y Federico e Ignacio Pizarro de Argentina; Erwin y Emil Feuchtmann y Esteban y Rodrigo Salinas, de Chile; y Patrick e Ian Hueter en los EE.UU.
La explicacin lgica, y redundante, es que la familia en s es la responsable.
"Es fcil de explicar. Llega mi viejo y nos dice que tenemos que jugar balonmano. O sea, somos cuatro, mi hermana jug mucho tiempo al balonmano, nuestro otro hermano, que no entr en esta nmina pero que juega, y nosotros dos. Es fcil, en casa no haba otra posibilidad", afirm categrico a Efe Emil Feuchtmann.
Lo cierto es que, efectivamente, los Feuchtmann no parecan tener otra salida, ya que tanto su padre como su madre eran jugadores y entrenadores de este deporte, que es "un gusto adquirido" que "se hereda en la familia".
"Creo que mi hijo tambin lo va a jugar", asever el diez del equipo chileno.
Esteban Salinas, por su parte, coincidi en sealar que seguro hay "un tema de familia" en el deporte, porque en su caso, tambin sus otros cuatro hermanos juegan al deporte, pero no supo explicar cmo es que tantos llegan a la alta competencia.
Buscando respuesta, acudimos tambin literalmente a la fuente: Alicia Moldes, la madre de los tres hermanos Simonet.
"Los hermanos se siguen. A todos los mos les gust mucho el deporte y ese es el motivo, seguir a los hermanos. No tengo idea de por qu tantos hermanos juegan, pero s s que es un deporte hermoso y que cuando lo van conociendo se enamoran. Y eso es todo", dijo a Efe desde la grada tras alentar a sus retoos.
El relato apunta a que "los menores ven a los mayores".
"Yo iba con Diego y Pablo a ver entrenar a Sebastin y pronto agarraron la pelotita y all se quedaron. Hicieron de todo, pero eligieron esto", apunt.
Rubn Pizarro, padre de los Pizarro, aventur otra posibilidad cientfica.
"Calculo que es gentico, hay gente con disposicin gentica al deporte en general y pueden jugar al ftbol o al balonmano, o lo que sea. En el caso de mis hijos, jugaban ftbol. Separados por categoras. Jugando a esto se juntaron, y por suerte para nosotros. Es un orgullo verlos", razon.
Mas all de hiptesis, todos coinciden en que jugar con la familia es algo positivo, que ayuda a los resultados deportivos y tambin a soportar los buenos y los malos momentos.
Ignacio Pizarro apunt as que "es un tema de sacrificio, de ver que la unin de la familia es mas grande que la individualidad".
En su caso, jugar con su hermano -"es calmado, mientras yo me vuelvo loco"- complementa sobre la cancha "las qumicas de cada uno".
"l es fro para definir. Yo soy ms defensa, ms activo. Y eso se compensa", dijo.
Como conclusin, Mateo Garralda, histrico de la seleccin espaola de balonmano y entrenador de Chile, aventur que la presencia de hermanos constituye "un refuerzo mutuo" y que por eso pueden aparecer grupos de hermanos que destacan.
"Pero lo principal es que los dos tienen que tener la ambicin, la capacidad y la voluntad para sobresalir en el deporte que estn", reafirm.
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