Las ciudades de Madrid y Jaén han convocado sendos minutos de silencio para condenar los asesinatos de María Pilar C.P. el pasado 16 de agosto y de Dolores L.R. el 18, a manos presuntamente de sus parejas.
Víctimas que han elevado a 40 las asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año y a 1.015 las registradas desde 2003 cuando empezaron a contabilizarse.
En Madrid, el alcalde José Luis Martínez-Almeida ha expresado, tras un minuto de silencio frente al Ayuntamiento en el que han participado todos los partidos menos Vox, su "más firme condena y repulsa" por el asesinato de la cirujana María Pilar C.P., de 49 años, en el barrio de Tetuán.
Un minuto de silencio al que se ha sumado, a las 14:00 horas, la Delegación del Gobierno en funciones, María Paz García, frente a la sede de la delegación en la Comunidad de Madrid.
Los compañeros de la víctima, que trabajaba en el Hospital de La Princesa, han llevado a cabo otra concentración y han afirmado sentirse "consternados" porque para ellos esta víctima "no es solo un número más", le ponen "cara y corazón".
La mujer, cuyo nombre figuraba en el sistema de seguimiento integral de los casos de violencia machista Viogen, fue hallada en la madrugada del 16 de agosto en su vivienda con golpes y heridas de arma blanca.
Las fuerzas de seguridad buscan a su pareja como presunto autor del asesinato, después de que un amigo de él alertase a la Policía y facilitase a los agentes la dirección de la vivienda de la víctima, que tenía un hijo menor de edad.
En Jaén, más de un centenar de personas se han concentrado al mediodía a las puertas del Ayuntamiento en señal de repulsa por el asesinato de Dolores L.R.
El acto ha sido presidido por el alcalde Julio Millán, quien ha condenado "enérgicamente este asesinato" y lo ha considerado "una tragedia que a todos como sociedad nos atañe", al tiempo que ha abogado por la unidad de las fuerzas políticas para luchar contra este problema.
La víctima, de 73 años, fue asesinada sobre el medio día del domingo 18 de agosto en una vivienda de la capital jienense, donde la encontró su hija con signos de violencia.
El marido de la mujer, con el que había iniciado los trámites de separación, se encontraba encerrado en otra habitación de la vivienda, donde fue detenido y declaró que la asesinó la noche anterior, aunque el cadáver muestra signos de que podría haberse producido días antes.
Las primeras investigaciones indican que la mujer recibió numerosos golpes con una barra de hierro y que no existían denuncias por maltrato contra su pareja.
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