La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, ha lamentado que la instrucción del llamado Caso Garañón se haya prolongado durante "ocho años", porque esa situación ha impedido que su predecesor en el cargo, José López Orozco, y el que fuera presidente de la Diputación, José Ramón Gómez Besteiro, hayan podido defenderse en todo ese tiempo.
"Esto es lo que tenía que haber llegado hace ocho años, porque no puede ser que unas diligencias previas que se abrieron en el 2011, finalicen en el 2019, ocho años después", dijo Méndez, con un auto de la jueza Pilar de Lara que cierra la instrucción y propone juzgar a Besteiro y Orozco.
"Lo único que ha impedido es que se puedan defender. De lo que se trata es de que cualquier persona que esté siendo investigada tenga capacidad para defenderse. Mientras no se cierran esas diligencias previas, se les está privando de esa capacidad", añadió.
Por ello, insistió en que "cuando "los procesos se dilatan en el tiempo, con independencia del resultado, siempre van a ser injustos".
En cuanto a la actual situación de O Garañón, aseguró que "hay un objetivo claro" por parte del bipartito, porque el gobierno local "quiere tirar" las dos torres y convertir esa parcela "en una zona verde".
"En esa línea trabajamos y seguimos trabajando, siempre cumpliendo con la legislación en vigor. Siempre cumpliendo con la legalidad y preservando los derechos de las partes implicadas", dijo la regidora local.
Noticias relacionadas
-
No se ha podido acceder al contenido, vuelve a intentarlo más tarde.