La Operación Centinela Gallego, en la que han participado miembros de las fuerzas armadas, ha concluido este martes tras más de ochenta avisos sobre incendios, conatos, quemas de rastrojo, presencia de personas sospechosas y de material incendiario en los montes de Galicia.Durante un mes y medio de operación se han desplegado por las áreas forestales gallegas alrededor de 350 militares, procedentes de las tres bases de la Brilat -Pontevedra, Asturias y Valladolid-, y del Tercio Norte de Infantería de Marina, con base en Ferrol.Los militares han recorrido más de 300.000 kilómetros, lo que supone más de 6.500 diarios por los montes gallegos, y se realizaron más de medio centenar de vuelos con el sistema de avión no tripulado para detectar actividad incendiaria.El Ministerio de Defensa destaca que las patrullas militares han mantenido un contacto "permanente" con los organismos civiles implicados en la lucha contra incendios y han alertado a las autoridades de los incendios avistados.Estas patrullas, recuerdan desde Defensa, desarrollan una labor "eficaz" de vigilancia y disuasión para los incendiarios, por lo que el objetivo de la operación se considera "cumplido" ante el bajo número de incendios que se ha producido en Galicia este verano.Las unidades militares han actuado en las zonas asignadas por la Xunta de Galicia en tres de las cuatro provincias gallegas, bajo el mando táctico del jefe de la BRILAT, el general Antonio Romero Losada, que fue designado por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, el general Fernando Alejandro Martínez.
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