Los plazos para la formación de un nuevo Gobierno en Portugal tras las elecciones de este domingo, ganadas por los socialistas, empezaron hoy a correr con el llamamiento del presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, a los líderes de todos los partidos para realizar una ronda de consultas este martes.
El conservador Rebelo de Sousa no está obligado a entrevistarse con los responsables políticos en un determinado plazo, pero ha dejado claro que no quiere esperar innecesariamente por una "razón de urgencia", la salida del Reino Unido de la UE ("brexit").
"La semana que viene hay un Consejo Europeo muy importante para discutir el 'brexit', y convendría que el primer ministro oyese a los partidos de la nueva Asamblea de la República su posición sobre los temas europeos antes", comentó el presidente para explicar su premura, a apenas doce horas de conocer los resultados electorales.
Con la marcha del Reino Unido programada para el próximo 31 de octubre, el presidente de Portugal pisa el acelerador para cumplir el trámite que supone la ronda de consultas, requisito que exige la Constitución lusa para que el jefe de Estado nombre oficialmente a un primer ministro.
Salvo sorpresa mayúscula, el elegido será el actual primer ministro, el socialista António Costa, que consiguió este domingo vencer y sumar 106 diputados, a apenas 10 de la mayoría absoluta.
Con quién pactará para asegurarse un gobierno en minoría, como el que ha tenido esta pasada legislatura, es una de las principales preguntas del debate político en la resaca electoral, aunque la izquierda que le apoyó hace cuatro años, el Bloco de Esquerda y el Partido Comunista Portugués, ya le ha tendido la mano.
Si este respaldo tendrá un precio más caro que en 2015 es una incógnita que despejará el propio Marcelo Rebelo de Sousa en sus consultas, que arrancan poco antes del mediodía con el izquierdista Livre, novedad en el Parlamento con un escaño.
Le seguirán otros dos primerizos, ambos con un diputado electo: el partido Iniciativa Liberal y la fuerza de ultraderecha Chega (Basta, en portugués).
Después, en orden creciente de escaños, pasarán por el Palacio de Belém, sede de la Presidencia, las otras siete formaciones que ya estuvieron la pasada legislatura en el Parlamento, para concluir a última hora de la tarde con el Partido Socialista, el vencedor.
Rebelo de Sousa ha evitado expresamente pronunciarse sobre la posibilidad de pactos o eventuales plazos para nombrar oficialmente a un primer ministro, limitándose a recordar que su función constitucional en este punto es escuchar.
"Tengo intención de oír a las fuerzas políticas y decirles que, tal y como sucedió en la legislatura anterior, el presidente hará todo lo necesario para que haya estabilidad", remarcó.
No obstante, dada la relevancia que da a la reunión europea sobre el "brexit" y los incontestables resultados de los socialistas este domingo, con una amplia ventaja sobre el segundo partido más votado (el PSD, centroderecha), la nominación podría ser cuestión de horas.
Una vez Costa reciba el encargo formal de preparar un Gobierno, tendrá diez días como máximo para buscar los apoyos necesarios a su gabinete y presentar su programa de Gobierno ante el Parlamento portugués.
La Cámara no dispone de fechas para la toma de posesión de los diputados, pero se espera que sea en menos de dos semanas para estar lista de cara a la presentación del primer ministro.
Si no vota en contra de su programa una mayoría absoluta de diputados -116- el Ejecutivo comenzará entonces su andadura.
Lo habitual en Portugal es que se demore un mes en formar Gobierno tras unas elecciones legislativas, aunque suele depender de la habilidad para llegar a pactos, y en este caso concreto, de la facilidad con que los socialistas cierren acuerdos a su izquierda.
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