Un hombre afronta una petición de un año de prisión acusado de un delito continuado de quebrantamiento de medida cautelar en el que presuntamente incurrió por llamar hasta diez veces diarias a su expareja durante varios meses, a pesar de tener prohibida la comunicación con ella por el juzgado.
El Ministerio Fiscal sostiene que, por auto dictado en febrero de 2017 por el Juzgado de Instrucción número 3 de Siero, se impuso al acusado la prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 200 metros, a su domicilio y a lugar de trabajo, y comunicarse con ella por cualquier medio durante la tramitación del procedimiento.
La resolución fue notificada al acusado personalmente y su cumplimiento era obligado desde ese mismo día.
Pese a ello, con conocimiento de tal prohibición y con voluntad de incumplirla, durante varios meses llamó hasta diez veces diarias al teléfono de la víctima, que formuló denuncia en julio de 2018.
El juicio se celebrará a las 09:40 horas de mañana en el Juzgado de lo Penal número 4 de Oviedo.
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