Miles de estudiantes salieron hoy a las calles de Argel por trigésimo octavo martes consecutivo para reclamar la liberación de los detenidos por expresar su opinión, el mismo día en que la justicia condenó a veintiocho manifestantes a penas de hasta seis meses de cárcel por "atentar contra la unidad nacional".
A pesar de la lluvia y el fuerte dispositivo policial, la marcha estudiantil hizo su tradicional trayecto hasta la Plaza de la Grande Poste- epicentro de las protestas- bajo el lema "Vamos a traer la libertad, somos hijos de Amirouche", en referencia al coronel Amirouche Aït Hamouda, combatiente de la guerra de independencia.
Los manifestantes reclamaron la liberación del centenar de miembros del "Hirak" (Movimiento de protestas), en su mayoría acusados de "atentado contra la unidad nacional" por enarbolar la bandera amazigh, símbolo bereber de libertad y prohibido por el jefe del Ejército el pasado mes de abril.
Por este mismo motivo, la justicia argelina ha condenado en las últimas veinticuatro horas a veintiocho personas a penas de seis meses de cárcel y seis meses de libertad condicional, así como a multas que alcanzan los 220 euros.
Además, aplazó al 18 de noviembre un tercer juicio a otros veinte detenidos.
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) reclamó hoy "la liberación inmediata y sin condiciones de los manifestantes detenidos por ejercer su derecho a la libertad de expresión".
Pese a los múltiples arrestos y los crecientes intentos por reprimir las movilizaciones, estas se repiten cada martes y viernes en rechazo a las elecciones presidenciales del próximo 12 de diciembre, cuya campaña comenzará este domingo.
Una semana antes, la Instancia Nacional Independiente para las Elecciones en Argelia validó cinco de las veintitrés candidaturas, ninguna de las cuales proviene del Hirak, que ya ha anunciado que boicoteará los comicios.
Entre los aspirantes se encuentra el ex primer ministro Abdelmajid Tebboune, que estuvo al frente del Gobierno de forma breve en 2017 bajo la presidencia del ahora dimitido Abdelaziz Bouteflika, y que para muchos parte como favorito.
El Hirak comenzó el 22 de febrero exigiendo la renuncia de la presidencia de Bouteflika, en el poder desde 1999 y que pretendía aspirar a un quinto mandato consecutivo, pese a estar gravemente enfermo desde que en 2013 sufriera un derrame cerebral agudo.
Conseguido el objetivo -Bouteflika dimitió a principios de abril- el movimiento ha proseguido para exigir la salida del actual Gobierno y del jefe del Ejército y nuevo hombre fuerte del país, Ahmed Gaïd Salah, a quien el propio Bouteflika colocó en 2004.
Desde entonces, el general ha impulsado una campaña de "manos limpias" que ha llevado a la cárcel a numerosos políticos, militares y empresarios próximos al "clan Bouteflika", pero también a periodistas y opositores como el comandante Lajdar Buregaa, uno de los fundadores del Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), primer partido opositor en la historia de la Argelia independiente.
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