La superficie forestal arrasada por incendios declarados en Castilla y León del 1 de enero al 31 de octubre pasados se ha calculado en 10.225 hectáreas, lo que supone una bajada del 43 por ciento respecto a la media del decenio, mientras los fuegos intencionados han bajado el 1,2 por ciento.
En total, durante el mismo periodo, se han declarado en total 1.704 incendios forestales, de los que el 69 por ciento se han quedado en conato, según ha expuesto el consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien ha comparecido a petición propia en la Comisión correspondiente de las Cortes autonómicas.
El consejero ha resumido que, pese a las condiciones desfavorables del tiempo, en cuanto a una intensa sequía y altas temperaturas, que hacía prever una campaña de 2019 de elevado riesgo, el balance presenta unos resultados globales "por debajo de la media del último decenio".
Esas cifras por debajo de la media abarcan tanto la tanto cantidad de incendios como la superficie forestal y arbolada afectadas, que en este último caso han representado 2.021, el 58 por ciento menos que la media del decenio.
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