co, 10 dic (EFECOM).- La negociación del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que se ha firmado este martes con modificaciones en la capital mexicana, ha sido una especie de montaña rusa, especialmente para México, que está a punto de llegar a buen fin.
Tras unas tensas negociaciones, donde se sortearon subidas y bajadas y hasta amenazas de descarrilamiento, la nueva versión del acuerdo comercial, que incluye las modificaciones acordadas entre la Casa Blanca y los legisladores estadounidenses del Partido Demócrata, parece haber logrado el consenso deseado.
El 30 de noviembre de 2018 concluyó la negociación del T-MEC, que había de sustituir al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que entró en vigor en 1994.
Si bien ese momento se vio como un triunfo diplomático, la realidad es que durante un año la ratificación en los congreso de este convenio comercial se había complicado enormemente, y solo México lo había logrado en junio.
LAS CRÍTICAS DE DONALD TRUMP AL TLCAN
En septiembre de 2015, como precandidato presidencial republicano, el actual presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó con renegociar o incluso "romper" el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) -que calificó como el "peor" de la historia de su país- si ganaba las presidenciales de 2016 y llegaba a la Casa Blanca en 2017.
Ya como presidente, tras la firma del T-MEC en Buenos Aires, Trump aseguró que el nuevo acuerdo era "mucho mejor" que el TLCAN, que consideraba "desastroso" para la economía estadounidense.
De hecho, el 2 de diciembre de 2018, Trump anunció que en los siguientes días ordenaría la retirada de su país del TLCAN con México y Canadá, con el fin de presionar al Congreso estadounidense para que apruebe la versión renovada del pacto, conocida como T-MEC.
LAS COMPLEJAS NEGOCIACIONES
La renegociación de ese convenio se inició en agosto de 2017 a instancias de Trump, que lo calificaba del peor acuerdo comercial en la historia de su país.
Durante año y medio se celebraron varias rondas de negociación, reuniones de alto nivel e incluso un acuerdo bilateral entre México y Estados Unidos que sirvió de antesala para el T-MEC.
Para México las negociaciones fueron complejas ya que se iniciaron en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) y cuando López Obrador gana la presidencia en junio de 2018 nombró una comisión para integrarse a las negociaciones y revisar los acuerdos.
LOS TEMAS MÁS CANDENTES
La negociación para un nuevo tratado comercial superó muchos escollos en materia automotriz, agrícola, de medioambiente, laboral e incluso en materia de economía digital.
Entre los puntos más candentes se situaron las llamadas reglas de origen.
Pues la renegociación del acuerdo estableció que para la comercialización de automóviles en los países de la región estos deben cumplir con reglas de origen -una cuota de productos regionales- para que estén libres de arancel. De hecho, es el único tratado a nivel mundial que fija reglas de origen para vehículos.
Las reglas establecen que la producción de autos ligeros debe cumplir con un contenido regional de 75 % para comercializarse libremente, y 40 % del costo del vehículo deberá provenir de plantas que paguen salarios de 16 dólares la hora.
Además, 70 % del acero y el aluminio que se utilice debe ser de los socios de la región, y siete componentes principales del automóvil tienen que ser manufacturados en la zona.
Los vehículos y autopartes que cumplan con la nueva regla de origen seguirán gozando del acceso preferencial, mientras que aquellos vehículos que incumplen con dicha norma pagarán un arancel igual o menor a 2,5 %.
LA FIRMA DEL TRATADO, EL 30 DE NOVIEMBRE DE 2018
Tras unas negociaciones ríspidas, las partes firmaron el nuevo instrumento el 30 de noviembre de 2018, el último día de mandato del hoy expresidente mexicano Enrique Peña Nieto (2012-2018).
En su último día en el poder, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, protagonizó junto a su homólogo estadounidense, Donald Trump, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, el acto de firma del pacto trilateral, alcanzado en septiembre después de un año de duras negociaciones.
Trump perfiló el tratado como "el mayor, más significativo, más moderno y más equilibrado de la historia", un pacto "revolucionario" que "beneficiará enormemente" a los tres países.
"Este es un acuerdo modélico que cambia para siempre el panorama comercial", afirmó.
LA RATIFICACIÓN EN LOS TRES PAÍSES
No obstante, para que entrará en vigor debía ser ratificado por las ramas legislativas de los tres países.
El 30 de mayo, el Gobierno de México presentó al Senado mexicano la petición de ratificación del T-MEC.
Pero ese mismo día, la ratificación del T-MEC quedó en entredicho cuando el presidente estadounidense amenazó con imponer aranceles de 5 % a todas las importaciones mexicanas a partir del 10 de junio y aumentarlos gradualmente hasta 25 % si México no detenía el flujo migratorio, una nueva crisis diplomática que finalmente se solventó.
La Cámara alta mexicana ratificó el tratado pero faltaba Estados Unidos y Canadá.
Este último año ha estado marcado por las negociaciones entre la Casa Blanca y los demócratas estadounidenses, que mantenían reservas en materia laboral y medioambiental.
El Parlamento de Canadá, país que celebró elecciones el pasado octubre, tampoco ratificó el tratado a lo largo del año.
LOS PASOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS
La aprobación del nuevo acuerdo comercial estaba congelada en el Congreso de Estados Unidos por temas pendientes como los mecanismos de solución de controversias, patentes biofarmacéuticas, medioambiente y asuntos laborales.
Este lunes, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, quien mantenía bloqueado el proceso de ratificación, dio su respaldo a la nueva versión del tratado y abrió la puerta a que sea aprobado por la cámara baja antes del 20 de diciembre, cuando inicia el receso navideño.
De esta manera, y de forma algo inesperada, representantes de los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá firmaron este martes en la capital mexicana la nueva versión del acuerdo comercial T-MEC, que deberá ser ratificada de nuevo y podría entrar en vigor el primer semestre de 2020.
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