La Guardia Civil ha desarticulado este martes una organización criminal de origen chino que enviaba al Reino Unido marihuana cultivada en la provincia de Cádiz y empleaba métodos violentos, como la paliza que durante horas dio a uno de sus miembros.
En la operación han sido detenidas diez personas, siete ciudadanos chinos y tres españoles; todos en la provincia de Cádiz, salvo una persona en el distrito madrileño de Usera, dos en Sevilla y otra que fue localizada en un viaje a Tui (Pontevedra), pero que gestiona un restaurante chino en Cádiz capital.
Las imágenes de la paliza, en la que dieron un martillazo en la boca al miembro de la red y le golpearon sin piedad durante horas y en diferentes escenarios con una barra de hierro, han sido halladas por los investigadores en los dispositivos de algunos de los diez detenidos de la operación.
"Lo grabaron y lo difundieron entre ellos. Era como un aviso a navegantes", han señalado fuentes de la Guardia Civil.
Tras la paliza, los miembros de la red abandonaron a su compatriota con multitud de fracturas en las proximidades del Hospital 12 de Octubre de Madrid.
Con estas imágenes la Guardia Civil constata la crueldad y violencia que era capaz de emplear esta organización desmantelada en la denominada Operación Gozila, que ha dejado claro además que el auge que se registra en el cultivo y tráfico de marihuana en provincias como Cádiz alcanza ya dimensiones internacionales, según fuentes de la investigación.
Las investigaciones se iniciaron hace unos siete meses a raíz de que un ciudadano chino sufriera en Jerez de la Frontera una paliza por parte de unos ciudadanos españoles que pretendían robarle unos paquetes de marihuana envasada al vacío que éste portaba.
A partir de ahí la Guardia Civil de Cádiz comenzó a tirar de un hilo que le llevó a descubrir cómo operaba esta red que en siete meses envió en siete meses 821 kilos de marihuana ya seca a una única localidad del Reino Unido.
La red hacía los envíos a través de empresas de paquetería, camufladas como comercio de mercancía china y utilizando entidades bancarias del país asiático.
La red contactaba con cultivadores de marihuana, principalmente del área de Jerez, a los que compraban sus plantaciones incluso por adelantado utilizando a ciudadanos asiáticos en situación irregular con conocimiento suficiente de español y a los que proporcionaban documentación falsa.
Para disimular que los envíos iban siempre al mismo lugar, en ocasiones diversificaban las rutas y los hacían llegar antes a distintos países europeos, principalmente Alemania y Holanda.
Para ello utilizaban como destinatarios a ciudadanos asiáticos en situación de desamparo económico, a los que proveían de documentación falsificada, y que recibían los envíos en apartamentos turísticos que alquilaban en plataformas virtuales. Sin llegar a abrirlos, los enviaban a su destino final en Reino Unido
Se han registrado cinco domicilios en la provincia de Cádiz y se han intervenido 30 kilos de marihuana, dos cultivos con 400 plantas cada una, 22.000 euros en efectivo, una pistola marca Glock municionada y tres turismos, así como abundante documentación, teléfonos y soportes informáticos que los investigadores están estudiando.
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