Alegría, curiosos y periodistas regados en champán se han dado cita este domingo en Doña Manolita, que ha hecho honor a su fama vendiendo una serie del Gordo después de unos días "complicados" y haber tenido que cerrar ayer durante cinco horas porque el viento provocó que cayesen cascotes de una cornisa.
Aunque la administración más conocida de la ciudad no se ha quedado ahí. Porque tras un Gordo madrugador del que ha vendido diez décimos, Doña Manolita ha repartido veinte décimos del segundo premio -el 10989-, once del tercero -el 00750- y boletos de un cuarto -41710- y dos de los quintos -el 66212 y el 81610-.
Los diez décimos del Gordo, cuatro millones en total, los ha repartido en taquilla Matilde, que reparte suerte en la administración ubicada en la calle del Carmen de Madrid de hace 15 años.
Está "como loca de contenta" y aguarda unas flores que ha ido a comprarle su marido, pero no es ella quien lo cuenta a los periodistas sino su tío, Martín, que la visita cada día.
Matilde fue una de las trabajadoras que ayer permaneció cinco horas en una Doña Manolita cerrada y sin la tradicional cola que provoca porque los bomberos tuvieron que retirar los elementos inestables de una cornisa de la que habían caído cascotes sin golpear a los múltiples transeúntes de una de las calles más abarrotadas en estas fechas.
Ayer ya lo advertían: usarían su golpe de suerte para repartir el Gordo. Y dicho y hecho: el primero, con 400.000 euros al décimo, el segundo, 125.000 euros por décimo, el tercero 50.000 euros cada décimo, el cuarto -20.000 euros- y dos quintos -6.000 euros-.
“Esperábamos dar el Gordo porque hemos pasado un año catastrófico”, comenta Sonia Domínguez, trabajadora de Doña Manolita, que dice que la de la cornisa no ha sido la única caída, ya que la encargada de esta administración, Concha, también se cayó hace unos días por las escaleras y tiene una pierna escayolada.
Para Sonia todo han sido señales de que iba a tocar el Gordo, lo que no se esperaba es que también repartiesen el segundo premio, el tercero, el cuarto y un quinto.
De momento, no se han acercado los afortunados a Doña Manolita, pero uno de ellos, que se había recorrido los más de 500 kilómetros que separan Madrid de Galicia exclusivamente para comprar tres décimos en esta administración madrileña, ha llamado esta mañana "emocionadísimo" para agradecer el golpe de suerte, 400.000 euros al décimo.
Y es que Doña Manolita más que administración es tradición y destino de peregrinaje para quienes aprovechan el puente de la Constitución y otros festivos para visitar Madrid.
En esta céntrica administración los españoles quieren que nada cambie y han hecho oídos sordos al sistema introducido este año para evitar las largas colas que se forman, llueva, haga frío o calor para conseguir un pellizco de todo lo que reparte Doña Manolita.
En 2017 Doña Manolita ya repartió el Gordo, el segundo y un quinto premio, pero este año se ha superado.
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