El jefe del Pentágono, Mark Esper, advirtió hoy a Irán de que, si prosigue con su campaña de provocaciones contra intereses de Estados Unidos en Oriente Medio, "lo lamentará", ya que Washington está preparado para afrontar más "comportamientos ofensivos", tras el intento de asalto a la embajada en Bagdad.
"Probablemente lo lamentarán y estamos preparados para ejercer la defensa propia y detener más comportamiento ofensivo por parte de estos grupos, todos los cuales están respaldados, dirigidos y financiados por Irán", dijo Esper en un encuentro con periodistas en la sede del Departamento de Defensa estadounidense.
Subrayó que Estados Unidos "tomará acciones preventivas", si se detecta la inminencia de un ataque.
Junto a Esper compareció ante los periodistas el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., general Mark Milley, quien destacó la robustez de las fuerzas estadounidenses.
"Tenemos mucha confianza en que la integridad de la embajada es fuerte y es altamente improbable que sea sobrepasada físicamente por cualquiera, hay suficiente poder de combate allí, aéreo y terrestre, por lo que cualquiera que intente ingresar se topará con una sierra eléctrica", alertó Milley.
En los últimos días, Washington ha reforzado su embajada en la capital iraquí con un contingente de "marines" y ha desplegado casi un millar de tropas adicionales en su base en el vecino Kuwait, por si la situación se agrava.
La embajada en Bagdad ha suspendido sus actividades consulares hasta nuevo aviso, después del asalto de este martes contra sus instalaciones por parte de seguidores y miembros de la milicia Multitud Popular, integrada principalmente por chiíes proiranís.
El pasado 27 de diciembre, un ataque con más de treinta cohetes contra la base militar K1 de Kirkuk, en el norte de Irak, provocó la muerte de un contratista estadounidense y dejó varios heridos entre los militares estadounidenses e iraquíes que se encontraban en las instalaciones.
El Pentágono considera que la milicia chií Kata'ib Hizbulá (KH) es responsable de los ataques que, desde mediados de octubre, tienen como objetivo bases militares e instalaciones gubernamentales donde se encuentra personal estadounidense que apoya al Ejército iraquí.
En respuesta a esa primera víctima mortal, Estados Unidos llevó a cabo "ataques defensivos" en Irak y Siria contra KH, que causaron la muerte de al menos veinticinco personas, de acuerdo con las milicias progubernamentales Multitud Popular.
Cientos de simpatizantes y miembros de milicias chiíes reaccionaron y asaltaron la embajada estadounidense en Bagdad, dos días después de que Washington atacara posiciones de esas milicias.
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