El presidente togolés, Faure Ñasingbé, que lleva en el cargo desde 2005 y había sucedido a su padre tras 38 años en el poder, fue hoy designado oficialmente para ser el candidato del partido gobernante en las próximas elecciones, previstas para el próximo 22 de febrero.
Sin sorpresas, la Unión por la República (UNIR) definió, en una reunión celebrada este martes en Lomé, que Ñasingbé representará por cuarta vez al partido gobernante en los comicios presidenciales.
El año pasado, pese a las protestas opositoras y manifestaciones multitudinarias en las calles, el Parlamento aprobó una reforma constitucional que limitaba a dos mandatos de cinco años el tiempo que un presidente podía permanecer en la jefatura del Estado.
Pero ese cambio no se aplicaba de forma retroactiva, con lo que Ñasingbé tiene el camino legalmente abierto para continuar potencialmente en el poder hasta 2030.
Ñasingbé sucedió en el poder a su padre, Eyadema, quien había gobernado el país desde un golpe de Estado en 1967.
En las últimas elecciones presidenciales, el candidato opositor Jean-Pierre Fabre, de la coalición opositora Combate por una Alternancia Política (CAP), denunció un "fraude masivo" y se produjeron disturbios en los que hubo medio millar de muertos y miles de desplazados se refugiaron en los vecinos Ghana y Benín. EFE
Según datos del Banco Mundial, esta pequeña nación del África Occidental de 8 millones de habitantes vio declinar la pobreza un 6 % entre 2006 y 2015.
Pese a ese progreso, la pobreza seguía muy extendida, especialmente en las áreas rurales, con más de la mitad de los hogares por debajo de la línea de la pobreza.
En el último mandato de Ñasingbé, la inestabilidad política perjudicó la economía, pero en 2018 el crecimiento recuperó el ritmo y marcó un buen 4,9 %.
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