Globalizar los manjares tradicionales, desde la ropa vieja hasta el arroz "moros y cristianos", es una larga aspiración que Cuba proyecta en el II Taller Culinario Cuba Sabe, iniciado este jueves con la asistencia del presidente, Miguel Díaz-Canel, y bajo la dirección de su esposa, Lis Cuesta.
"Es un taller que promueve el conocimiento desde y sobre la culinaria cubana", afirmó Cuesta en su alocución de bienvenida, que dio inicio a este foro que acoge hasta el sábado más de una veintena de presentaciones, conferencias, degustaciones y conciertos con la participación de representantes de Cuba, México, Italia, Estados Unidos y España.
"Sin gastronomía no hay turismo, y éste es uno de los principales sectores de nuestra economía", indicó a Efe el presidente ejecutivo de la Cátedra Cubana de Gastronomía y Turismo, Jorge L. Méndez, que quiso remarcar la enorme importancia de dar a conocer al mundo la oferta culinaria de Cuba.
Finalmente, el sábado se cerrará el evento tras una jornada de conferencias, clases prácticas y degustaciones de ron y chocolates al estilo cubano.
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