Cinco niños indígenas han muerto los últimos días en los alrededores de una reserva de la Amazonía brasileña fronteriza con Perú en circunstancias aún desconocidas, informó este viernes la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai).
Uno de los niños falleció en un puerto de Atalaia do Norte, municipio del estado de Amazonas (norte) y próximo a la reserva indígena Vale do Javari, mientras que los otros cuatro camino de esa ciudad, de acuerdo con la Funai.
En la ribera de Atalaia do Norte, decenas de familias indígenas aguardan en condiciones insalubres con la esperanza de recibir beneficios sociales ofrecidos por el Gobierno, según denunció el Consejo Indigenista Misionero (Cimi), un organismo vinculado a la Iglesia católica.
Esta ONG, que contabiliza un total de seis niños muertos, y no cinco como afirma la Funai, informó de que más de 20 canoas, cada una con más de diez personas, están atracadas en los márgenes del río de la urbe a la espera del cobro de las prestaciones.
Según el Cimi, esas familias beben directamente el agua del río para sobrevivir.
La Funai señaló que "apoya" con "las medidas necesarias" a los grupos de indígenas localizados a orillas del río Javari y que los "monitorea" para el retorno a sus respectivas comunidades.
También destacó que los viajes de esos pueblos originarios hasta Atalaia do Norte, que es la cabecera municipal de la región, es "un hecho recurrente resultado de un proceso socioeconómico".
"La Funai está atenta a los hechos ocurridos y a las especificidades de los pueblos de aquella región, manteniendo alianzas institucionales en los niveles municipal, regional y federal", indicó en una nota.
Según datos oficiales, la reserva indígena Vale do Javari alberga a unos 4.400 indígenas de diferentes etnias como Kanamari, Korubo, Kulina Pano, Marubo, Matis, Matsés y Tsohom-dyapa.
Asimismo, alberga a varios grupos de indígenas no contactados.
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