La entrenadora del Valencia, Irene Ferreras, dijo este sábado tras el empate de su equipo en casa frente al Espanyol (1-1) que han fallado "el día que menos debíamos fallar”.
Ferreras reconoció que “la valoración del partido no es positiva”, ya que el Valencia jugó una notable primera parte, en la que se adelantó en el marcador con un gol de Mari Paz, pero en la segunda mitad el Espanyol llevó el ritmo del partido encerrando al equipo valencianista y logró el empate.
“Hoy no hay excusa, todo el mundo tiene que responsabilizarse de la parte que le compete y el equipo no ha estado bien, el rival nos ha planteado un sistema diferente y no hemos sabido hacer lo que nos tocaba aunque lo habíamos preparado”, explicó.
La técnica afirmó que con la expulsión por doble amarilla de Naiara Beristain en el minuto 55 el equipo tuvo “minutos de desconcierto, de sufrir y de no saber llevar el balón a campo contrario” y que el encuentro fue “un partido con más corazón que cabeza y poco fútbol”.
Ferreras explicó que no duda de que las jugadoras querían hacer un gran partido y sumar los tres puntos, pero puntualizó que “son personas y la situación nos ha superado, no hemos sabido gestionar el resultado positivo y saber manejar los tiempos del partido”.
“Si hubiera un tiempo muerto o una posibilidad de poder hablar con ellas seguramente hubiéramos podido modificar el sistema en la segunda parte, pero el partido te lleva donde te lleva y ahí es donde esta el crecimiento de cada una de ellas, de mandar sobre el partido y no el partido sobre ellas y ahí el partido nos ha podido”, finalizó.
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