El programa de restauración ambiental de zonas degradadas por el depósito de residuo inertes -escombreras- ha eliminado desde su puesta en marcha a finales de 2017 un total de 128 de las 177 escombreras ilegales que existían en la provincia de Ávila -un 77 %-, por lo que resta por actuar en otras 49.
Estos datos han sido dados a conocer este miércoles por el viceconsejero de Infraestructuras y Emergencias, José Luis Sanz, durante su visita a Sotillo de la Adrada, con motivo de la restauración de la escombrera sellada en ese municipio del sur de la provincia de Ávila.
Se trata de la escombrera número 128 restaurada en Ávila, dentro de este programa que cuenta con una inversión total de 10 millones de euros en el conjunto de Castilla y León, de los cuales uno va destinado a la provincia de Ávila, donde la Diputación provincial colabora con otros 703.000 euros.
El viceconsejero ha explicado que este programa es la segunda parte del primero, puesto en marcha en 1998 con el objetivo de proceder al sellado de 552 vertederos de la Comunidad -132 en Ávila-, con una inversión de 127 millones de euros -23 en Ávila-.
Sanz ha destacado la implicación de la Diputación abulense en esta segunda parte del programa, prestando un servicio de recogida y transporte de residuos domésticos, de construcción y demolición procedentes de obras menores, así como de enseres y restos de podas que se generen en los municipios de las escombreras.
Para ello se desarrollan lo que ha denominado "áreas de aportación" en las que se sitúan contenedores de obra y puntos limpios, según el viceconsejero, que también ha subrayado, dentro de esta línea de actuación de la Junta, un programa de "educación medioambiental".
Al acto han asistido, además del viceconsejero de Infraestructuras y Emergencias, el director general de Calidad y Sostenibilidad Ambiental, Rubén Rodríguez, el delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández; y el alcalde de Sotillo de la Adrada, Juan Pablo Martín.
Este último ha destacado que con la actuación presentada este miércoles, con una inversión de 22.042,47 euros, se cierra el ciclo de tratamiento y gestión de residuos en este municipio que gestiona en torno a 600 toneladas al año.
Al respecto, el regidor ha apuntado que a partir de ahora esta localidad inicia una "segunda fase" que incluirá un "plan municipal de reducción de la huella de carbono respecto a emisiones, ya que la fase anterior ha sido superada".
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