Moncloa, satisfecha con la reunión que "normaliza" la relación con el Govern

El Gobierno está muy satisfecho con la reunión que se ha celebrado este jueves entre el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, porque entiende que ayuda a "normalizar" la relación con el Govern.

Un encuentro que se ha preparado al milímetro para evitar sorpresas y en el que no ha habido ni momentos ni imágenes incómodas como ocurrió con la reunión de Pedralbes de diciembre de 2018.

Así lo consideran fuentes del Ejecutivo, que destacan haber logrado el primer objetivo de todos, poner en marcha el diálogo y acordar la constitución de la mesa de negociación entre gobiernos -pactada por los socialistas y Esquerra en el acuerdo de investidura-, que será ya este mismo mes de febrero.

También contaban en el Gobierno con que Sánchez presida junto a Torra la mesa de negociación, según subrayan desde Moncloa.

En el Gobierno, además, ponen el énfasis en que no ha habido gestos disonantes ni protestas en la calle acompañando la visita.

Han destacado que desde 2010 no se veía una bandera de España en el Palau de la Generalitat -colocada junto a la oficial catalana tanto en la sala de la reunión como en la de las conferencias de prensa- del mismo modo que tampoco había visitado esta sede ningún presidente del Gobierno desde el mismo año.

Se han evitado imágenes no deseadas, como la del inmenso lazo amarillo que había en el patio de los naranjos del Palau de la Generalitat, que el president suele enseñar a las visitas, y por el que esta vez no han pasado.

Han destacado, por otra parte, la rueda de prensa "blanca" que ha dado Torra, con un tono conciliador en línea con el ambiente vivido en la reunión.

Desde Moncloa han puesto en valor el documento que ha llevado Sánchez a Torra, con 44 puntos en los que se ha tratado de dar respuesta a muchas de las demandas que han hecho los últimos tres presidentes de la Generalitat -Artur Mas, Carles Puigdemont y el propio Torra- y con el que han demostrado al president, dicen, su voluntad negociadora.

En definitiva, en Moncloa no esconden su satisfacción por el resultado de este encuentro y lo que significa para que eche a andar el diálogo sobre Cataluña.