Los responsables del gimnasio social de Sant Pau han anunciado hoy que en los próximos días firmarán un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para evitar el cierre del centro social, que cuenta con 1.300 abonados.
El presidente de la Cooperativa Gimnasio Social de Sant Pau, Jordi Bordas, ha agradecido hoy que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, haya cumplido "su promesa" de evitar el cierre del local debido a las pérdidas económicas.
Bordas ha celebrado "haber puesto de acuerdo a las entidades, a las administraciones y a las fundaciones" para "salvar este proyecto" que funciona desde 1941.
El local, que cuenta con 1.300 socios, de los cuales solamente 400 pagan alguna mensualidad, abre las puertas a personas vulnerables que no pueden permitirse pagar un gimnasio, aunque el pasado mes de mayo tuvo que cerrar algunas de sus instalaciones después de que una fuga en el edificio de al lado las estropeara.
Finalmente, la cooperativa logró subsistir y, gracias a la ayuda de 135.000 euros que recibió de la Generalitat, pudo sanear sus cuentas.
Los responsables del gimnasio ahora trabajan para que el acuerdo se apruebe y sea efectivo durante los meses de febrero y marzo, según ha informado el presidente de la cooperativa.
El acuerdo con el que el Ayuntamiento de Barcelona ayudará a la cooperativa, que se hará público cuando esté firmado, "es una cantidad similar a la que habían acordado" con la alcaldesa, ha confirmado Bordas.
El conseller de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir el Homrani, ha valorado, durante una visita al centro, que el gimnasio es un espacio necesario para garantizar que "nadie se quede fuera de la comunidad" y se ha mostrado satisfecho con el trabajo conjunto entre las administraciones locales, la Generalitat y el "tejido social".
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