La demora de la administración electrónica, el equipamiento obsoleto, la ciberseguridad o la falta de auditorías de las obras o pliegos son algunos de los diez "puntos débiles" del Ayuntamiento de Elche, según el informe anual elaborado por el consistorio ilicitano para fiscalizar sus actuaciones a petición del Ministerio de Hacienda.
La concejal de Gestión Tributaria y Financiera, la socialista Patricia Maciá, ha afirmado que este estudio se llevó a cabo en el primer semestre de 2019, por lo que se han subsanado algunas de las deficiencias en los últimos meses.
En concreto ha destacado que la administración electrónica está en marcha y se ha llevado a cabo la compra de equipamiento informático.
Maciá ha criticado que las administraciones locales carezcan de la capacidad de hacer frente a estas auditorías por falta de recursos con los que cumplir lo exigido.
"Es contradictorio que nos exijan unos requisitos, pero no permiten contratar más personal para poder cumplirlos", ha apuntado.
En julio de 2018 entró en vigor un Real Decreto del Ministerio de Hacienda por el que se regula el control interno en el sector público local que obliga a las administraciones a elaborar un plan anual de control financiero sobre los posibles diez riesgos internos en la administración.
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