Una antigua presa de la cárcel catalana de Wad-Ras ha desmentido este martes a la reclusa que testificó que Rosa Peral había drogado a su novio Pedro Rodríguez la noche en que fue asesinado, tal como la misma acusada le habría confesado, y ha apuntalado la versión de la principal sospechosa del crimen.
Tanya A. ha declarado a favor de Rosa ante el jurado popular de la Audiencia de Barcelona que la juzga a ella y a su amante Albert López, ambos miembros de la Guardia Urbana de Barcelona, por el asesinato en mayo de 2017 del agente Pedro Rodríguez, cuyo cadáver apareció en el maletero de su vehículo calcinado cerca del pantano de Foix.
Según la testigo, que coincidió en prisión con Rosa y rápidamente entablaron una íntima amistad, la acusada no cambió de versión en ningún momento y, desde el principio, relató que Albert había matado a Pedro y la amenazaba con herir a sus hijas si lo contaba a la policía.
La exinterna, condenada por tráfico de drogas, ha explicado que el día del crimen Rosa desconocía que su novio había sido asesinado y creía que Albert "solo lo había amenazado".
"Dijo que Albert la llamó para que la siguiera con su coche", ha continuado antes de contar que, de acuerdo con lo narrado por Rosa, esta ni siquiera vio cómo su amante rociaba el coche de Pedro de gasolina y solo se dio cuenta luego de que el cadáver de la víctima estaba en el interior del vehículo.
"Me dijo también que Albert había estado en su casa los días después para asegurarse de que ella no fuera a la policía", ha aseverado Tanya, quien ha contradicho el testimonio que brindó Anyuli dos semanas atrás.
De acuerdo con esta presa, la madrugada del crimen Rosa y Pedro mantuvieron una discusión "muy fuerte" y ella le dio un medicamento "para que se calmara" que generalmente tomaba su exmarido Rubén, con quien litigaba por la custodia de las hijas y a quien quería perjudicar a través de un sicario.
En cambio, Tanya ha negado la veracidad de este relato y ha señalado que Anyuli y Rosa no se llevaban bien: "Rosa no quería matar a Rubén ni contratar a un sicario", ha recalcado.
La marcada dirección de la declaración de la exinterna ha levantado incluso el recelo del magistrado presidente, quien le ha cuestionado si había sido "amenazada" para declarar a favor de Rosa o "conminada, intimada o recomendada" a no hacerlo en su contra.
"Absolutamente no", ha subrayado la testigo, quien ha reconocido en cambio que aún mantiene una relación de amistad con Rosa, a la que ha ido a visitar a la cárcel en varias ocasiones y con la que se escriben cartas mensualmente.
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