La Falla Convento Jerusalén de Valencia desarrolla en Llíria una acción sostenible en la lucha contra el cambio climático. La comisión plantará 1.000 árboles, para mitigar la huella de carbono que genera, en una partida quemada del monte de la Concordia en el grave incendio de 2012.
Alrededor de 70 falleros de la comisión han iniciado este sábado este proyecto verde con la plantación de 550 especies autóctonas, mientras que las 450 restantes se pondrán en una segunda actuación.
La reforestación de la zona servirá para compensar las emisiones de 150 toneladas de CO2 en 40 años, han informado fuentes de la comisión.
La actividad se ha celebrado esta mañana con la asistencia del alcalde Manuel Civera y la concejala de Medio Ambiente, Consuelo Morató, que han acompañado a los miembros de Convento Jerusalén que han participado en ella, con su presidente Francisco Segura, sus falleras mayores Ana Elorriaga y Rocío Songel, y Javier Cervera, fallero de la comisión e impulsor de la iniciativa.
También se ha sumado a esta jornada de convivencia fallera una representación de la Junta Local de Llíria, con su presidente Martín Martínez y la fallera mayor infantil Irene González. Además, se ha contado con la colaboración de la Penya Arre y la asociación Podem.
El primer edil de Llíria ha manifestado que "hay que aplaudir esta innovadora acción que llega desde el ámbito festivo para reducir la huella de carbono.“La sociedad civil tiene también un papel muy importante en la lucha contra el cambio climático, desde un firme compromiso con los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030".
"Gestos como el de la Falla Convento Jerusalén demuestran que podemos hacer unas fiestas más sostenibles, a través de ejemplos individuales promueven también cambios colectivos”, ha añadido Manuel Civera.
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