La Audiencia Provincial de Sevilla ha absuelto a tres miembros de una familia cuyo inquilino, que no pagó la renta de la vivienda que les había alquilado, los acusó de coaccionarlo, amenazarlo e intentar secuestrarlo para saldar la deuda, hechos por los que pidió hasta catorce años de cárcel.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, la Sección Cuarta desestima los argumentos del denunciante, que acusó al matrimonio formado por J.A.H. y F.B.B. y a su hijo F.J.B.A. de tentativa de secuestro, acoso y amenazas, y también de la Fiscalía, que pasó de pedir dos años de prisión a solicitar multas de 1.800 euros por un delito de realización arbitraria del propio Derecho o, como lo definió la defensa, "tomarse la justicia por su mano".
El tribunal considera probado que el matrimonio pactó con la presunta víctima y su pareja el alquiler de una vivienda en la barriada de Juan XXIII por 500 euros al mes en abril de 2016.
La familia "comenzó a disfrutar del inmueble ese mismo mes", pero "no llegó a hacer frente al pago" del alquiler y "generó una deuda de 1.000 euros", prosigue la sentencia, fechada el 14 de febrero y facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
"Ante esta situación", los tres procesados "comenzaron a reclamar el pago de lo adeudado", pero "no consta que para ello obligasen" al denunciante "a trabajar con ellos en una obra, ni que lo amenazasen con causarle a él o a su familia mal alguno si no pagaba lo debido o hacía lo que le decían".
Según el ponente, "tampoco consta que le dijesen que iban a dar dos tiros a sus hijos de 3 años ni que el 30 de agosto intentasen meterlo a la fuerza en un coche para llevárselo", como denunció la acusación particular.
Durante el juicio, los acusados aseguraron que no alquilaron la vivienda, sino que la cedieron "gratuitamente" porque la familia no tenía donde vivir y a la acusada le dio "pena, sobre todo los niños".
La Sala, aunque considera la cuestión "de escasa trascendencia", no da credibilidad a esta versión y sí a la del denunciante, que indicó que alquiló la vivienda por 500 euros mensuales, ya que "resulta poco verosímil que se abandone una vivienda para ir en alquiler a otra sin contraprestación económica por ello, como parecen pretender los denunciados".
Respecto a la controversia sobre la forma en que los caseros reclamaron el pago de la deuda, la Sección Cuarta la resuelve basándose en el testimonio de la ya exmujer del denunciante, que "contradice" a su exmarido.
Según el hombre, los denunciados "crearon un estado constante de acoso, le dijeron que le darían dos tiros a sus hijos, acudieron a casa de familiares a reclamar el pago e intentaron meterle en un coche a la fuerza".
Su exesposa, en cambio, "niega ese estado constante de reclamación y, sobre todo, el concurso de amenazas", mientras que de un incidente a la entrada del albergue al que se fueron a vivir, en el que "supuestamente habrían intentado secuestrar" a la víctima, explicó que "les vio hablar, incluso dar voces, pero no que intentasen meterlo en un coche".
"El único testigo presencial (...) ofrece una narración más coincidente con la de los acusados que con la de su ex marido", añade el tribunal, para el que no existe ningún delito sino sólo "la simple tensión seguida de una discusión acalorada".
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