General de Alquiler de Maquinaria (GAM) registró el pasado año un beneficio neto de 40 millones de euros frente a unas pérdidas de 3,9 millones de 2018, según ha informado la empresa en un comunicado en el que aclara que, descontados una serie de efectos atípicos, el resultado neto se hubiese situado en 7,4 millones de euros.
Según la compañía, el pasado año se dieron una serie de efectos no recurrentes, asociados con la cancelación de la deuda convertible y ajustes en el valor de determinados activos que generaron un impacto positivo en las cuentas de 33 millones de euros, y que hacen que el beneficio final sea de 40 millones de euros.
El resultado bruto de explotación o EBITDA también tuvo un comportamiento positivo al mejorar un 25 por ciento, hasta los 43 millones de euros (el 30% de las ventas), mientras que el beneficio operativo se situó en el 5 por ciento de las ventas hasta alcanzar los 7 millones, lo que casi cuadriplica el obtenido un año antes (2 millones).
Según la multinacional española, la evolución positiva de las cuentas durante el pasado año estuvo impulsada por el incremento de las ventas en España (12%), negocio que supone el 75 por ciento de los ingresos de la empresa, que también subió sus ventas un 11 % en Portugal y que situó la facturación total en los 143 millones de euros.
Este crecimiento se consiguió, según GAM, gracias a unos mayores niveles de ocupación del parque de alquiler y al fuerte impulso de otras líneas de negocio que no requieren inversión, como la distribución, la compraventa, la formación o el mantenimiento.
La aplicación de la nueva norma sobre arrendamientos desde el 1 de enero de 2019 favoreció el importante crecimiento del EBITDA que, sin tener en cuenta ese efecto, hubiese crecido un 9 por ciento con respecto al mismo periodo de 2018.
La compañía mantuvo también una alta generación de efectivo, convirtiendo en caja el 81% del EBITDA, y generando 35 millones de euros que aplicó a sus inversiones y al pago de deuda.
La deuda financiera de la empresa se redujo desde los 190 millones hasta los 122 millones de euros, a los que habría que añadir otros 23 millones de euros más por la aplicación de la nueva norma NIIF sobre Arrendamientos.
No obstante, el ratio de endeudamiento respecto al EBITDA mejoró respecto a 2018 al pasar del 4,4 por ciento a 3,2 por ciento, en 2019.
Gracias a la ampliación de capital de 30 millones de euros realizada en noviembre de 2019 y a los beneficios del ejercicio, la compañía reforzó sus fondos propios, que pasaron de -17 a +51 millones de euros al finalizar el ejercicio.
La compañía acometió esa operación tras la opa lanzada por Gestora de Activos y Maquinaria Industrial (GAMI), empresa controlada por el presidente de Gestamp, Francisco José Riberas.
Esta opa era obligatoria puesto que Gestamp compró el 54,56% del capital de GAM a varias entidades bancarias acreedoras en el marco del acuerdo de reestructuración de su deuda.
GAM ha recordado además que con posterioridad al cierre del ejercicio del pasado año ha adquirido la compañía CLEM, centrada en el alquiler, venta y mantenimiento de grandes parques de maquinaria, fundamentalmente de manutención, elevación y vehículos eléctricos con la que la multinacional espera reforzar su posición como proveedor de servicios industriales en la zona de Levante, Castilla La Mancha y Madrid.
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