Un 25 por ciento de las menores reclusas del sistema de justicia juvenil de Cataluña cometieron los delitos "empujadas" por sus parejas en el marco de relaciones tóxicas mientras que el 70 por ciento ha sido víctima de maltrato infantil.
La consellera de Justicia, Ester Capella, ha divulgado estos datos durante una visita al Centro Educativo Els Til·lers, en Mollet del Vallès, durante la presentación de un módulo pionero que acoge a las dieciséis menores privadas de libertad de Cataluña y que se puso en marcha a finales del pasado año.
"Un 25 por ciento de las chichas internas han cometido algún delito empujadas por la persona que decía que las quería pero que las ha usado como instrumento para delinquir, y es fruto de una relación de dominio", ha señalado Capella, quien ha aseverado que esta situación "es una constante" entre la población reclusa femenina.
"Tanto entre las menores que delinquen como entre las mujeres adultas, en la mayoría de los supuestos han sido y son el instrumento de un hombre para delinquir", ha especificado.
Por ello, ha instado a "actuar" con medidas como este nuevo módulo pionero, caracterizado por una visión "feminista" que busca "empoderar" a las jóvenes y dotarlas de herramientas para que puedan liderar sus propias vidas cuando salgan en libertad.
Las dieciséis jóvenes suponen un 5 % del total de población reclusa juvenil, mayoritariamente tienen nacionalidad española y suelen estar presas una media de 230 días.
"Son un colectivo muy pequeño, pero tienen necesidades de atención muy específicas", ha asegurado Capella, quien ha recordado que casi todas ellas llega con "cargas y estereotipos muy marcados".
En un 32 % de los casos han sido reclusas por haber cometido robos, en un 25 % por lesiones en el ámbito familiar, y en un 19 % lesiones en general.
Además, un 35 % de las chicas ha sufrido intento de suicidio; un 65 % ha sido víctima de violencia en su hogar; hasta un 70 % ha padecido maltrato infantil, y un 82 % consume drogas.
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