El Ayuntamiento de Zaragoza cobrará ahora la mitad del importe del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el 15 de julio el otro 50 % con el fin de ayudar económicamente "a todos los zaragozanos", lo que supondrá que el consistorio deje de percibir en este momento 40 millones de euros que quedarán "en los bolsillos" de la ciudadanía.
Con este decreto de alcaldía, avalado por el interventor y tesorero municipal, el Ayuntamiento toma la medida de "mayor calado" que puede para "ayudar económicamente a todos" (familias, autónomos o entidades sociales) ya que el IBI es el principal ingreso que tienen los ayuntamientos y el de Zaragoza recauda por el mismo unos 160 millones de euros a lo largo del año.
Con esta medida deja retrasa la percepción de 40 millones con el fin de que sirva "de desahogo" a cada uno de los zaragozanos, según ha explicado este viernes en rueda de prensa el alcalde, Jorge Azcón, acompañado por la consejera municipal de Economía, María Navarro.
"A priori", según la consejera, este medida no causará tensiones en la tesorería municipal ni será necesario que el Ayuntamiento recurra a la captación de deuda, ya que, además, hace unas semanas se firmaron las operaciones de captación de deuda a corto plazo y el consistorio dispone de 25 millones de euros que puede utilizar a interés cero. "Tenemos unas condiciones incluso beneficiosas", ha apuntado Navarro.
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