id, 28 abr (EFECOM).- La crisis por el coronavirus acabará con más de 35.000 puestos de trabajo en el sector inmobiliario, el 25 % del empleo actual, siempre que las medidas de restricción a la movilidad y de confinamiento concluyan antes del verano, según un estudio de la agencia inmobiliaria Donpiso.
Sus cálculos indican que entre un 25 % y un 28 % del total de negocios del sector "desaparecerán", lo que afectará a entre 10.000 y 15.000 agencias inmobiliarias, "con un impacto más negativo en aquellas agencias independientes con poca estructura y pulmón financiero para competir", precisa.
El subdirector general de Donpiso, Emiliano Bermúdez, ha aclarado en una videoconferencia que si se alargase el escenario de fin del estado de alarma, de confinamiento o posibles rebrotes de la enfermedad "las previsiones serán otras".
En cuanto a las ventas de viviendas, el informe prevé una caída en tasa interanual de entre el 20 % y el 25 % a final de año, para un total de 375.000 a 400.000 inmuebles frente a los 501.000 vendidos en 2019.
El plazo medio de venta estimado aumentará de 90 a 120 días, con una menor incidencia en las casas de obra nueva y mayor en el segmento de viviendas de precios medio-bajos, vacacionales y segundas residencias.
Los precios, indica el estudio, caerán una media de entre el 8 % y el 10 % en tasa interanual "que será más acusada en las grandes ciudades, por encima del 10 %".
"La senda a la baja tanto en ventas como en precios puede cambiar de signo a partir del primer trimestre de 2021", ha asegurado Bermúdez.
Con respecto a la demanda, Donpiso cree que habrá una drástica destrucción de compradores extranjeros y que se reducirá notablemente para la compra de segundas residencias e inmuebles vacacionales.
Sobre la oferta, el informe detecta que se producirá una "leve contracción", se dará un trasvase de ventas al alquiler y viceversa, y la mencionada bajada de precios por el "miedo y la incertidumbre a corto y medio plazo".
En cuanto al alquiler, el informe vaticina que la crisis tendrá "muy poco" impacto en los arrendamientos tradicionales, pero que sí destruirá el alquiler turístico y afectará al vacacional, este último con una bajada de precios de entre el 15 % y el 20 %.
Para los inversionistas, el estudio cree que el sector "se resentirá en los tres o cuatro primeros meses, pero después se recuperará gracias a la bajada de los precios y al dinero barato".
En este ámbito, concluye que la vivienda será "un activo rentable frente a otras opciones" como las rentas fijas, los fondos de inversión o la bolsa.
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