id, 28 abr (EFECOM).- El nerviosismo de los inversores persiste a dos días de que venzan, el próximo jueves, los contratos del Brent, el crudo de referencia en Europa, para entrega en junio, aunque la presión vendedora vuelve a ser más intensa en el caso del West Texas Intermediate (WTI), referente en EEUU.
La falta de capacidad de almacenamiento, sobre todo en EEUU, y el exceso de oferta han provocado un nuevo desplome del precio del Texas, que baja un 11 % antes de la apertura formal del mercado y ronda los 11 dólares por barril.
En una sesión marcada por la volatilidad, el precio del Brent para entrega en junio se mantiene ahora plano, en torno a los 20 dólares por barril, aunque en algunos momentos ha bajado casi un 5 % y en otros ha subido más del 2 %.
La semana pasada, la proximidad de la fecha de vencimiento llevó a los contratos del Texas para entrega en mayo a registrar precios negativos por primera vez en su historia.
Los inversores que no deseaban recibir el petróleo -por la escasez de almacenamiento- estaban dispuestos a pagar para desprenderse de los contratos.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) calcula que la capacidad de los depósitos podría llegar al límite a mediados de año, previsión que algunas consultoras y bancos de negocios adelantan a mayo.
En el hundimiento del precio del Texas registrado ayer, cercano al 25 %, ha influido un elemento adicional.
Un fondo cotizado (ETF) especializado en petróleo, United States Oil Fund, ha decidido trasladar parte de sus inversiones a contratos con vencimientos a más largo plazo.
"La liquidación a toda prisa de una posición tan grande es lo que hundió el precio del petróleo ayer y, probablemente, lo mantendrá deprimido hasta que pase el día 30", explica el analista Juan Ignacio Crespo.
La pregunta vuelve a ser si los precios del petróleo pueden entrar de nuevo en terreno negativo, una posibilidad que los inversores no descartan.
“Los futuros del West Texas pueden tener el riesgo de volver a incurrir en negativo en los próximos vencimientos de junio esta semana, igual que pasó con el anterior futuro, porque los problemas de almacenamiento siguen estando ahí a nivel mundial, no sólo es un problema de EEUU", apunta Sara Carbonell, de CMC Markets.
Para Ramón Morell, profesor de Trading Financiero en la UNED, el Brent también podría llegar a precios negativos. "El almacenaje en Europa es incluso más limitado que en otras partes del mundo", señala.
La caída de los precios del crudo ya está pasando factura a las empresas petroleras, en especial a las compañías estadounidenses especializadas en "shale oil".
En la jornada de ayer, la firma Diamond Offshore Drilling se declaró en bancarrota, con lo que se une a Whiting Petroleum, que lo hizo a principios de abril.
Según Axel Botte, de Ostrum AM (una gestora de Natixis IM), "las bancarrotas de los productores de "shale oil" contribuirán a reabsorber el exceso de oferta con el tiempo, pero es bastante obvio que la OPEP+ (los socios de la OPEP y otros países productores) tendrá que volver a reunirse en breve para ajustar su estrategia".
La consultora Bain & Company considera que la evolución del mercado petrolero puede ajustarse a tres escenarios: uno optimista, que implicaría la recuperación de la actividad en EEUU, China e India al final del segundo trimestre y algo más tarde en Europa; uno intermedio, con la recuperación de EEUU y Europa a final de año; y un tercero, más pesimista, que incluiría recaídas de la epidemia de coronavirus en los países desarrollados y una extensión del problema a los emergentes.
El impacto en el consumo de crudo podría llegar, en el escenario más pesimista, hasta una caída de la demanda del 20 % en el conjunto del año.
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