La Consejería de Sanidad de Castilla y León, a través de la Gerencia Regional de Salud, recurrirá la sentencia condenatoria de un juzgado de Valladolid por imponer a los profesionales sanitarios la obligación, sin negociar, de trabajarlos pasados Jueves y Viernes Santos, 9 y 10 de abril.
Alegará para ello la resolución dictada el 2 de abril por la Gerencia Regional de salud, basada en la necesidad de contar durante aquellas fechas con el máximo número posible de profesionales sanitarios debido a las elevadas cotas de incidencia de la pandemia.
"Y lo más importante: que se compensó económicamente y en términos de máximos a sus profesionales", precisa este jueves la Consejería de Sanidad a través de una nota informativa.
De hecho, se añade en el texto, la administración autonómica "se comprometió a abonar esos días como festivo y a devolver otro día a todos los profesionales que hubieran trabajado, a pesar de lo cual Cesm impugnó la resolución".
Esta impugnación por parte de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) en Castilla y León ha sido amparada por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Valladolid, por entender que afectaba a las condiciones laborales de los profesionales de Sacyl, ya que se dictó sin negociación con los sindicatos y sin acordar ninguna compensación.
La sentencia, facilitada por la CESM, aprecia que la resolución vulnera el derecho de libertad sindical en su vertiente del derecho a la negociación colectiva porque en ningún momento se ha negociado.
En relación con el estado de alarma argumentado por el Sacyl para decidir el trabajo en Jueves y Viernes Santo, la sentencia afirma que "no permite la suspensión de ningún derecho fundamental".
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