El volumen de agua de riego usado por las explotaciones agrarias en Castilla y León en 2018 fue de 2.226 hectómetros cúbicos, lo que supone un incremento del 10,9 % con respecto a dos años antes.
De acuerdo con la encuesta sobre el uso del agua de riego en el sector agrario, realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Castilla y León fue la segunda comunidad, por detrás de Andalucía, con el 14,4 % del total nacional, que llegó a los 15.495 hectómetros cúbicos con un crecimiento del 3,7 % respecto a la anterior encuesta, realizada con referencia a 2016.
Castilla y León también la segunda comunidad en la que más creció el uso del agua en el regadío, con una subida del 10,9 %, por detrás de Extremadura que creció un 12,7 %.
De los 2.226 hectómetros cúbicos usados, 1.438, es decir el 64 %, lo fueron mediante el sistema de riegos por aspersión, seguido del de gravedad o inundando la zona de plantación, con 687 hectómetros cúbicos, el 31 %, y el de goteo, el menos utilizado, 101, el 5 %.
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