La Junta ha realizado, desde la Inspección General de Servicios, una auditoría extraordinaria sobre la incidencia que el estado de alarma y que la consiguiente necesidad de trabajar de manera no presencial ha tenido sobre el ejercicio de las funciones realizadas por los empleados públicos de la Administración de la Comunidad.
Pese a la falta de planificación derivada de la urgencia de la situación y a las dificultades surgidas, la valoración general de la organización del trabajo y del desarrollo de las funciones realizadas en este periodo ha resultado óptima.
El análisis de la actividad se ha realizado sobre una muestra de 1.462 empleados públicos pertenecientes a 19 centros directivos o unidades administrativas.
Un 63,5 por ciento del personal en activo ha realizado su trabajo de forma no presencial o ha utilizado un sistema mixto.
La valoración de la reorganización del trabajo ha sido positiva, con una puntuación global del 7,9 sobre 10.
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