El Gobierno de Zaragoza propondrá no subir el sueldo a los 31 concejales

La portavoz del Gobierno de Zaragoza, María Navarro, ha adelantado este jueves que propondrá, en la línea de otras instituciones, no subir el sueldo de los 31 concejales de la Corporación.

Esta medida, debatida esta mañana en el Gobierno de la ciudad, afectaría por el momento únicamente a los miembros de la Corporación, sin incluir a los altos cargos.

Por otro lado, tras la aprobación del proyecto de presupuesto de la Comunidad Autónoma, ha asegurado que lleva trabajando desde hace semanas en las cuentas municipales, pero que, mientras las autonomías tienen claro lo que van a recibir del Estado, las entidades locales siguen a la espera de financiación extraordinaria.

Sobre las cuentas autonómicas, la también consejera municipal de Hacienda ha considerado que no reflejan todo el dinero que el Gobierno de Aragón debe al Ayuntamiento de Zaragoza, como los 24 millones correspondientes a la deuda del tranvía que constató la semana pasada el propio TSJA en una sentencia.

A ello ha sumado la actualización del convenio de acción social, del fondo de capitalidad o lo que suceda con el edificio de los antiguos juzgados de la Plaza del Pilar.

Ha sostenido que el Gobierno autonómico debería presupuestar esos 24 millones, una cifra que supone "mucho dinero" para el Consistorio.

En ese sentido, ha recordado que el alcalde, Jorge Azcón, con "responsabilidad", tendió la mano al presidente aragonés, Javier Lambán, para negociar un plan de pagos que evite un nuevo recurso y que se generen intereses en esa deuda.

En otro orden de cosas, Navarro ha reconocido que el aumento de la inversión en iluminación navideña de 400.000 a 700.000 euros ha suscitado "polémica", pero ha apuntado que el alcalde "lo explicó a la perfección".

A su juicio, los comerciantes "lo están pidiendo" y era "absurdo" dejar "las lucecitas guardadas y no ponerlas" después de haber comprometido ya las partidas.

Además, ha recordado que este año la iluminación se expande y llegará a los barrios rurales y a diferentes zonas de la ciudad, como la calle Antonio Leyva (Oliver) o el balcón de San Lázaro.