Miles de brasileños, muchos de ellos vestidos de rojo o de amarillo y verde, han aguantado las largas filas que se han formado este domingo en Portugal para votar en la primera ronda de las elecciones presidenciales de su país.
Según cifras del Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF) luso, en Portugal viven 205.000 brasileños -alrededor de un tercio de los que residen en el exterior- y Lisboa, con 45.000 inscritos, concentra la mayor comunidad, seguida por Oporto y Faro.
El cónsul general de Brasil en la capital, Wladimir Waller, afirmó a periodistas que, viendo la afluencia de las primeras horas, espera que la participación sea "expresiva".
"El flujo de personas es bastante intenso, lo que nos lleva a suponer que la presencia será bastante grande, expresiva", afirmó el diplomático a las pocas horas de la apertura de las urnas, según recogió la agencia lusa.
También en Oporto se han registrado largas filas.
El lugar de votación en Lisboa era la Facultad de Derecho, en el centro de la Ciudad Universitaria, pero los votantes han tenido que bordear varios edificios para esperar su turno durante más de una hora en un día de temperaturas veraniegas.
Los que acudieron hoy lo hicieron en calma, sin contratiempos, muchos de ellos con pegatinas enganchadas en la ropa en apoyo a su candidato favorito.
Abundaban los que se presentaron al lugar de votación vestidos con ropa roja, en apoyo al Partido de los Trabajadores (del que es líder Luiz Inácio Lula da Silva), o verde y amarilla, con los colores reclamados por el ultraderechista Jair Bolsonaro.
A los pies de la Facultad de Derecho, un grupo de cerca de unas 40 personas cantaba lemas en apoyo a Lula da Silva, mientras que un grupo ligeramente menor y a pocos metros de distancia coreaba a favor de Bolsonaro.
Amélia Brito es lusobrasilsileña y es la cuarta vez que vota para las presidenciales desde Portugal. Explica a EFE que está "bastante sorprendida" con la cantidad de gente que ha acudido a votar y celebra que las encuestas de los últimos días le den la victoria a Lula.
Tamires Queirós y Sara Brito, casadas, residen en Portugal desde hace 12 años y 1 año, respectivamente, y aseguran que se acercaron a dar un "voto consciente" con la esperanza de un "cambio en Brasil".
"El país ya esta viviendo un momento muy difícil y espero que (Lula) traiga un poco de esperanza", afirma Queirós, quien defiende que, aunque se necesite "mucho tiempo" para cambiar Brasil , "en cuatro años puede mejorar".
En cambio, para Betânia, quien prefirió mantener en reserva su apellido y que lleva dos años en Portugal, las encuestas que dan la victoria al candidato del Partido de los Trabajadores no se van a cumplir y, si Lula sale finalmente como el ganador, es porque "robó los votos".
"Puede ser que haya fraude pero creo que Bolsonaro va a ser reelegido", asegura a EFE.
En caso de que ninguno de los candidatos alcance más de la mitad de los votos válidos, los dos más votados tendrán que enfrentarse en una segunda vuelta prevista para el 30 de octubre.
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