Prcticamente 200 metros separan a Pases Bajos y a Argentina en Catar aunque la realidad geogrfica apunta que la distancia entre ambos pases va ms all de los doce mil kilmetros. Pero en Doha, son esos dos hectmetros lo que les ha mantenido separados durante los veintin das que van de Mundial.
Es ese el escaso trecho que separa el cuartel general de la albiceleste de la casa del plantel oranje, fijado desde el principio en la Universidad de Catar.
Una calle, ancha, llamada 'Ruta Alternativa', una rotonda. Es el espacio que marca cada territorio. 500 metros de puerta. Seis minutos a pie en lnea recta. Argentina, en el campo universitario nmero 3; Pases Bajos, en el nmero 6. Espaa tambin estaba cerca, en el nmero 1. Pero cerr sus puertas ya, nada ms ser eliminada del Mundial por Marruecos.
Han compartido sede, alojamiento, Argentina y Pases Bajos, cada uno en su lugar, en campos distintos, en horarios habitualmente diferentes, sin coincidencias.
Uno y otro, que confluyen ahora en el torneo, en los cuartos de final del Mundial, con la semifinal a tiro, eligieron la Universidad de Catar como sede. Un rea plagado de tranquilidad, del sosiego necesario para desarrollar con comodidad la preparacin para el campeonato del Mundo al que ambas aspiran.
A veinte minutos en vehculo est la institucin educativa pblica, levantada en Doha hace medio siglo y ubicada en el norte de la capital, del estadio Lusail, donde el viernes habr un cara a cara decisivo entre europeos y sudamericanos.
Cada expedicin escogi en su da un complejo distinto. Cada uno con noventa habitaciones, un par de canchas de ftbol y, entre ambas, un estadio con capacidad para 10.000 espectadores.
Se alojan los futbolistas en la parte residencial, donde los estudiantes fijan su domicilio durante el curso. Ha sido ah, en este escenario con una extensin de 25.000 metros cuadrados donde disfrutan de su experiencia en Oriente.
Vecinos y ahora rivales y cada uno con su estrategia, sus costumbres y sus maneras distintas establecidas por el hbito que marcan sus respectivas culturas que convergen en la tarde del viernes con la pelota en el suelo y las semifinales en juego.
El viernes por la tarde, horas despus de la comida, la Universidad de Catar guardar silencio. El ruido estar en Lusail, escenario del nuevo cara a cara entre neerlandeses y argentinos. Solo uno volver con xito y alargar su estancia en Doha. El otro, el perdedor, regresar a esta zona estratgica de la ciudad, prxima al centro, para recoger sus cosas y poner rumbo a casa.
Para unos, la Universidad, tambin sin Espaa, continuar la rutina, el mismo lugar de trabajo. Los otros atravesarn los veinte kilmetros que le separa del Aeropuerto Internacional para partir rumbo a casa y alargar y ensanchar hacia miles de kilmetros la distancia entre Pases Bajos y Argentina, que en Catar apenas ha sido de 200 metros.
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